BEIJING, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las empresas chinas que violen las leyes medioambientales del país se encontrarán a partir de ahora con un nuevo castigo, ya que la Administración Estatal para la Protección Medioambiental (SEPA) ha llegado a un acuerdo con el Banco de China (el banco central) por el cual se les impedirá que disfruten de nuevos préstamos.
Según ha anunciado el subdirector de la SEPA, Zhang Lijun, la organización colocará en una lista negra a todas las empresas que no respeten el entorno, que hará llegar al Banco de China. La medida estará vigente a partir del 1 de abril. De esta forma, se espera que las compañías sean un poco más autodisciplinazas y controlen vertidos y emisiones contaminantes.
El año pasado, la SEPA envió 1,67 millones de inspectores para controlar más de 720.000 empresas, según datos de la organización; las inspecciones concluyeron con un total de 28.000 infracciones detectadas y el cierre de 3.176 empresas.
La semana pasada, el Ministerio de Finanzas chino anunció la adopción de nuevas medidas para reducir la polución, entre las que se incluía el aumento de los impuestos aplicados a las empresas contaminantes y la reducción para aquéllas que investigaran el uso de nuevas fuentes de energía limpia y una experiencia piloto de "venta de derechos" para verter contaminantes.
