PEKÍN, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
China ha celebrado este domingo el centenario de la Revolución de 1911 que terminó con más de 2.000 años de mandato imperial, en una ceremonia realizada en la Gran Plaza del Pueblo encabezada por el presidente Hu Jintao, que calificó el levantamiento el inicio de "una revolución absolutamente moderna, nacional y democrática".
La Revolución Xinhai comenzó el 10 de octubre de 1911 con un levantamiento armado que anticipó el fin del régimen autocrático más longevo del mundo, establecido en el año 221 antes de Cristo por el emperador Qinshihuang.
Acompañado del ex presidente Jiang Zemin, Hu elogió la figura del doctor y líder revolucionario Sun Yat Sen, a quien describió como "un líder nacional y un gran patriota". El presidente chino aseguró que la revolución sentó las bases de un "rejuvenecimiento" de la nación, que debe conseguirse a través de la adhesión al socialismo, la paz y la cooperación, según declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias Xinhua.
El presidente chino dedicó unas palabras a las actuales tensiones con Taiwán, que rechaza la unificación con la China continental. Hu pidió "que se curen las heridas del pasado" y tendió una mano a los taiwaneses "para trabajar juntos de cara al gran rejuvenecimiento de la nación china".
Sin embargo, voces críticas advierten de que el país se enfrenta a una peligrosa confluencia de corrupción oficial, descontento público y reformas inacabadas, según lamentó el antiguo editor del 'Diario del Pueblo', Zhou Ruijin.
"Las quejas, la desconfianza y el rencor que se han acumulado durante tantos años han alcanzado un punto de ruptura", advirtió en un comentario aparecido en un magacín chino y recogido por Reuters.