BEIJING, 26 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
Las autoridades chinas han demolido hoy las viviendas en las que se alojaban ciudadanos de todo el país llegados a Beijing para pedir justicia al gobierno central.
Los edificios, en los que los solicitantes llegaban a esperar durante meses, de acuerdo con un mecanismo parecido a las "audiencias reales", se localizaba en el sur de la ciudad, cerca de una estación en construcción, y su incierto futuro ya había sido anunciado hace semanas por la prensa de Hong Kong.
El motivo, según la prensa y los propios peticionarios, no es otro que el deseo del Gobierno chino de que nada arruine el próximo congreso del Partido Comunista, que se inaugurará el día 15 de octubre y que, según las apuestas, supondrá la puesta de largo como líder indiscutible del actual presidente, Hu Jintao.
"Están haciendo esto ahora para tener un exitoso XVII Congreso del Partido y evitar que los demandantes causen problemas", señaló una de las ocupantes del edificio, apellidada Zhao, que aseguró que algunos de sus vecinos habían sido detenidos.
La zona estaba siendo vigilada desde hace semanas por policías de paisano, y mientras la demolición tenía lugar hoy, varias decenas de agentes se encargaron de dispersar a los curiosos y grabaron con videocámaras a los que hablaban con la prensa.
El sistema de petición chino, conservado desde hace siglos, permite a los ciudadanos recurrir al Gobierno central para denunciar las injusticias sufridas, normalmente a manos de los gobiernos locales. La mayoría de los demandantes se alojaban en los edificios derruidos por sus bajos alquileres (unos 5 yuanes, o 50 céntimos de euro, por compartir un colchón con otro peticionario) y por su cercanía con la oficina encargada de gestionar las peticiones.
