BEIJING 31 Ene. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
El abogado Alan Leong, miembro del Partido Cívico y defensor de la instauración de un sistema democrático en Hong Kong, ha asegurado su candidatura a la jefatura del Ejecutivo de la ex colonia británica al superar el mínimo de 100 votos necesarios y se enfrentará en las votaciones del próximo marzo al actual jefe ejecutivo, Donald Tsang, quien cuenta con el visto bueno del Gobierno central chino. Esta es la primera vez que se produce una situación semejante desde que Hong Kong pasara a manos chinas hace 10 años.
"Es un momento histórico. Es el comienzo de un proceso. Si logramos una elección positiva, esto puede beneficiar al movimiento pro-democrático", afirmó tras hacerse pública la noticia Leong, de 48 años y educado en Reino Unido, y que defiende la instauración del sistema de sufragio universal para el año 2012.
El aspirante obtuvo 111 apoyos, once más de los necesarios, para presentar su candidatura, aunque la cifra queda todavía muy lejos de los 800 votos necesarios para "robarle" el puesto de jefe ejecutivo a Tsang, que compite por una segunda legislatura, en el Comité Electoral.
El siguiente paso, pues, será intentar arañar los votos teóricamente seguros de Tsang de aquí a las elecciones del 25 de marzo, algo que se presume complicado dado que la mayoría de los miembros del comité electoral son leales a Beijing.
"Tenéis una opción y no necesitáis votar a Donald Tsang. Dado que es una votación secreta, podéis votar de acuerdo con vuestra conciencia y sin temor a represalias", afirmó Leong en un mensaje directo a los electores.
Según Leong, muchos de los miembros del comité le han transmitido en privado su apoyo, especialmente empresarios hartos del "amiguismo" de las autoridades hongkonesas con Beijing y que ven con temor cómo Shanghai comienza a convertirse en un rival financiero, pero se han negado a votarle por temor a un castigo.
Hasta la fecha, China no ha manifestado ninguna intención de aumentar las libertades del pueblo hongkonés, aunque tampoco podrá reducirlas durante el periodo de gracia de 50 años acordado con Reino Unido tras la cesión de la ex colonia, en 1997.