BEIJING, 1 Ago. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
China todavía está lejos de haber alcanzado la apertura informativa que prometió de cara a la celebración de los próximos Juegos Olímpicos, según opina una gran parte de los corresponsales extranjeros residentes en el país.
De acuerdo con una encuesta elaborada por el Club de Corresponsales Extranjeros de China entre sus miembros, un 67% de los periodistas que respondieron al sondeo declararon que el país asiático aún no ha cumplido la promesa que hizo en 2001, cuando competía por hacerse con los Juegos de 2008 y aseguró que concedería "libertad absoluta al informar".
Y un 95% coincidió en señalar que las condiciones que ofrece China a los reporteros extranjeros no están a la altura de los estándares internacionales.
Entre los tipos de presiones a las que los periodistas se ven sometidos, y que un 40% de los participantes en el sondeo aseguraron haber sufrido, se incluyen tanto el vigilar a los periodistas y aplicar distintas formas de castigos y reprimendas como el presionar e intimidar a sus fuentes informativas.
"Nos preocupan especialmente los numerosos casos sobre intimidación de las fuentes. Un país en el que los ciudadanos no pueden hablar con los corresponsales extranjeros porque se enfrentan a amenazas, represalias e incluso ataques físicos no está a la altura de las expectativas mundiales respecto al anfitrión de unas Olimpiadas", declaró a través de un comunicado la presidenta del club, Melinda Liu.
Una de las restricciones más mencionadas por los periodistas es la relativa a las regiones de Tíbet y Xinjiang, ambas en el oeste del país y con fuertes sentimientos independentistas, donde los movimientos de los reporteros siguen estando controlados desde el momento en que se registran en un hotel, y a menudo terminan siendo "escoltados" por policías que les impiden realizar su trabajo.
No obstante, también hubo consultados que mencionaron ciertos avances en los últimos tiempos. Un 43% destacó que su labor se ha visto facilitada desde la promulgación de una nueva norma de carácter temporal (vigente sólo desde enero de este año y hasta octubre de 2008, tras el fin de los Juegos) que hace innecesarios los antiguos permisos exigidos para informar fuera de la ciudad de residencia.
