ROMA, 7 Mar. (EP/AP) -
El cardenal de Hong Kong, Joseph Zen, rechazó hoy la ordenación de obispos chinos sin la aprobación del Papa Benedicto XVI y alertó de que el Vaticano enfrenta "un momento crucial" en su búsqueda por normalizar la situación con el Gobierno comunista y a la vez proteger los intereses de los fieles.
"He oído de recientes arrestos. La situación es todavía peligrosa y confusa", aseguró el prelado en una entrevista concedida a la agencia Associated Press.
En relación a la visita que una delegación del Vaticano realiza por estos días a Vietnam para analizar la posibilidad de entablar relaciones diplomáticas, Zen se mostró cauteloso de que algo similar pueda ocurrir con China. "Veo signos de mejora en las relaciones con Vietnam pero con China enfrentamos momentos cruciales. Yo espero que pueda ser mejor pero todavía hay peligros", dijo.
Zen se encuentra actualmente en Roma justo cuando se espera que el Papa Benedicto XVI envíe un mensaje a los chinos católicos sobre la situación de la Iglesia en su país. "Conociendo al Santo Padre, espero que la carta sea clara en las ideas y muy cautelosa en los modos de decir las cosas", afirmó.
Las relaciones entre el Vaticano y Beijing están rotas desde 1951 después de que los comunistas llegaran al poder. El culto sólo está permitido en las iglesias bajo el control del Gobierno. Unos 12 millones de católicos está calculado que pertenecen a la Iglesia clandestina fiel a Roma.
El cardenal también aseguró que la ordenación de tres obispos por parte de la Iglesia oficial el año pasado, supuso "una herida muy grave en la unidad de la Iglesia" y que es una razón para el pesimismo". "Yo creo que cuando tienes hechos así es muy serio", insistió.
Asociaciones de Derechos Humanos también denuncian periódicamente en sus reportes agresiones y desapariciones de obispos leales a Roma. La decisión de Benedicto de escribir a los chinos católicos surgió en una conversación a alto nivel entre China y el Vaticano en enero en la que Zen tomó parte.
Sobre una posible visita del Papa a China antes de los Juegos Olímpicos de Beijing el próximo año, Zen se mostró escéptico. "Con una normalización, una visita del Papa sería algo natural, pero sin una garantía de normalización, este eventual viaje creo que no significaría nada", concluyó.
