Clinton abandona la carrera por la presidencia

Actualizado: sábado, 7 junio 2008 11:07
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   NUEVA YORK, 8 (EUROPA PRESS)


   Tras un tumultuoso viaje de 17 meses, la senadora Hillary Clinton abandona oficialmente la campaña a la nominación demócrata para la presidencia de Estados Unidos y oficializará su apoyo a su hasta hoy rival, Barack Obama, por primera vez desde que el senador por Illinois asegurara su candidatura a la presidencia.

   La decisión se hizo finalmente oficial en un acto en el que la senadora ofreció su "total apoyo" a su rival y afirmó que se se sentiría "orgullosa" de ser vicepresidenta. "Hoy suspendo mi campaña, y le felicito (a Obama)", declaró Clinton ante más de 2.000 partidarios en el National Building Museum de Washington, acompañada de su marido, el expresidente Bill Clinton y de su hija, Chelsea. "Apoyo a Obama y expreso mi total apoyo a su candidatura", añadió la senadora en un emotivo discurso.

   La senadora se preguntó ante la multitud si Estados Unidos estaba preparado para tener a una presidenta al frente de la Casa Blanca, así como un presidente negro. "¿Puede Estados Unidos tener una mujer como comandante en jefe? Sí, puede ¿Y puede Estados Unidos tener un presidente negro? Obama es la respuesta a esa pregunta", afirmó en la frase que generó los aplausos más sonados de su discurso.

   En respuesta a los rumores sobre una presunta nominación a la vicepresidencia, Clinton declaró haberse sentido orgullosa de ser "una mujer compitiendo por la presidencia" y que del mismo modo se sentiría igualmente "orgullosa" de ejercer como segunda al cargo.

   Pero Clinton anunció que suspende su campaña, no que la abandona, por lo que mantendrá un cierto control sobre los delegados elegidos en el proceso de primarias y que podrá seguir trabajando para recaudar los más de 20 millones de dólares de deudas que acumula su campaña. Más de 11 de estos 20 millones los aportó Clinton de su fortuna personal.

   APOYOS Y ERRORES DE CLINTON

   Bill Clinton sigue siendo uno de los demócratas más influyentes, y uno de los ex presidentes más admirados por los votantes. Su utilización en la campaña electoral de la senadora recordó a los demócratas otros tiempos en los que la economía era más boyante, y en los que Estados Unidos no estaba inmerso en una "guerra contra el terror" que ha costado hasta este mes las vidas de más 4.000 de sus soldados.

   La imagen de la senadora como líder contrastada fue atacada por dos frentes: aquellos que dudaban de la importancia de tal experiencia, y de la aplastante mayoría de estadounidenses que terminaron pensando que un presidente Clinton tras un presidente Bush tras un presidente Clinton (tras otro Bush) era algo bastante complicado de soportar.

   El voto de la senadora autorizando el uso de la fuerza en Irak parecía, a primera vista, una decisión prudente en un momento en el que su mayor interés era potenciar el apoyo de los independientes de cara a las elecciones generales. Pero conforme se acercaba el final de 2007, el sentimiento de la mayor parte del público --así como de los demócratas de base--  había cambiado en contra del conflicto en el país árabe. 

   A esta concepción hay que añadir errores estratégicos. Por ejmplo, dejar escapar a estrellas emergentes --como el ahora subdirector de campaña de Obama, Steve Hildebrand-- en favor de colaboradores históricos, pero de dudosa capacidad, como su directora de campaña, Patti Solis Doyle, responsable, según el editorial del diario 'The Atlantic', de arrastrar a Clinton al "dique seco". Sin contar divisiones internas, choques entre los consejeros y la percepción de que su carrera ha terminado sin dinero y descontrolada.

  La decisión de Clinton de competir en los caucus demócratas de Iowa --a pesar de un memorándum interno que la aconsejaba incluso que no se presentara a la votación-- podría haber sido "un golpe mortal" según el análisis efectuado por Rebecca Sinderbrand, corresponsable de la sección política de la CNN. Su derrota en Iowa rompió ese aura de inevitabilidad que rodeaba la campaña de la senadora, y supuso un fracaso del que nunca terminó de recuperarse.

   La campaña, originalmente diseñada en forma de sprint --en la que se predecía que la carrera terminaría durante la primera semana de febrero, según los asesores--, se encontró de repente en un maratón de larga distancia. Los principales "gurús" de Clinton descubrieron que los apoyos de Obama estaban ya firmemente establecidos, y los recursos agotados.

   Una de las principales malinterpretaciones de la campaña se ha dado al considerar que Clinton contaba con un apoyo masivo entre las votantes. No es así. La senadora por Nueva york sí que ha contado con el aprecio de las votantes femeninas por encima de los 65 años --Clinton tiene 61--, mientras que las jóvenes se decantaban a favor del dinámico senador por Illinois. Sin embargo, las mujeres de mediana edad se han repartido equitativamente entre ambos candidatos. Demográficamente hablando, Obama ha conseguido en determinadas primarias hasta el 90 por ciento del voto negro. Nadie esperaba que Clinton hiciera lo propio en lo que a las votantes se refiere, pero pensar en un 60 por ciento no hubiera sido descabellado. En lugar de ello, Clinton sólo ha conseguido una mayoría ajustada en los votos femeninos, en torno al 50-55 por ciento.

   Las partidarias de la senadora consideran que el sexismo predominante en la política estadounidense es el principal factor de la derrota de Clinton. Pero al final han sido las propias votantes las que han decidido el destino de la senadora, lo que dice mucho sobre la evolución del feminismo contemporáneo.

   La campaña electoral de Clinton, según 'Time' ha marcado una división entre lo que se puede considerar de optimistas y pesimistas: aquellas que consideran que la candidatura de la senadora ha sido lo nunca visto y un precedente de lo que está por llegar, y las que se remontan a 1984, cuando Geraldine Ferrero apostó por la presidencia, y creen que una mujer candidata a la Casa Blanca sólo sucede una vez cada generación

   Las optimistas no descatan a una mujer presidenta dentro de unos cuantos años. Las estadounidenses son doctoras, ejecutivas, presidentas de consejos universitarios; y son libres de decidir si apoyan a un candidato sólo porque sea una mujer. La directora de la ONG White House Project, Marie Wilson, opina que Clinton se convirtió en "la chica de la carrera", que llegó "con mucha bravura" apostando por "la guerra" y que por contra Obama "apareció como el candidato de la paz y la reconciliación".

   VICEPRESIDENCIA

   Ahora mismo, Clinton es uno más de los nombres que se perfila para la vicepresidencia de la Casa Blanca. Lo más tentador para Obama sería incluirla en el "ticket" a la Casa Blanca en calidad de segunda al mando, pero también hay que tener en cuenta, por ejemplo, al multimillonario Bob Johnson, fundador de Black Entertainment Television; así como al repesentante Charles Rangel, demócrata por Nueva York.

  "Muchos de los partidarios de Clinton tienen el corazón destrozado", explicó Rangel. "Queda por ver si su candidatura se trata con el respeto que se merece, con una nominación a la vicepresidencia que nos acercaría como ningún otro incentivo político", añadió.  

   Pero Obama prefiere tomarse un momento de respiro. "Acabamos de completar un difícil proceso, y sólo han pasado dos días", explicó Obama en la cadena CNN. "Lo más importante, en mi propio interés, en el de la senadora y en el del Partido Demócrata, que yo pueda tomar esta decisión con tranquilidad, de forma sistemática y deliberada porque (el vicepresidente) será mi consejero final cuando tome las decisiones en la Casa Blanca y quiero hacerlo bien", indicó.