JERUSALÉN, 14 Oct. (EP/AP) -
La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, restó importancia a las expectativas creadas sobre los avances en las conversaciones de paz sobre Oriente Próximo cuando inició hoy su gira diplomática por la región y advirtió a Israel de las consecuencias de sus últimos movimientos, que podrían dañar la confianza en el proceso.
En el vuelo que la conducía hacia Oriente Próximo, desde Rusia, Rice dijo que esperaba ayudar a resolver las todavía distantes negociaciones entre israelíes y palestinos de cara a establecer los principios a tratar en la cumbre de Annapolis (Maryland), auspiciada por el presidente George W. Bush, y que tendrá lugar en noviembre.
Sin embargo, antes incluso de que comenzara su primer encuentro con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, éste declaró que no era necesario un texto inicial para que la conferencia saliera adelante, a pesar de que los palestinos declararon que sin un documento de este tipo, ellos no participarían.
En este sentido, Rice señaló que no creía que su visita fuera a producir una declaración conjunta israelí-palestina. "No espero de estos encuentros que vaya a haber ningún resultado particular en el sentido de un gran avance para este documento", declaró ante los periodistas en el avión que la conducía hasta Oriente Próximo, cuya primera parada será Israel y Cisjordania.
Al mismo tiempo, declaró que instaría a Israel especialmente que no haga nada que pueda amenazar el encuentro, en referencia al plan de carreteras en Cisjordania que los palestinos temen sea un intento de Israel por controlar zonas estratégicas cercanas a Jerusalén. En este sentido, Rice indicó que los israelíes aclararon que se trata de un proyecto que no es inminente.
"Debemos ser muy cuidadosos, mientras tratamos de movernos hacia el establecimiento de un Estado palestino, con las acciones y declaraciones que erosionen la confianza de los compromisos de las partes para una solución de dos estados", declaró Rice. La secretaria de Estado insistió en la cautela porque "aunque las intenciones son buenas" y aunque los actuales acontecimientos sobre el terreno tratan de producir una especie de resultado, "es un momento muy delicado".
Rice aseguró que intercedería entre Israel y Cisjordania en los próximos tres días para "ayudarles a acortar las diferencias que pudieran tener respecto a la naturaleza que este documento debe ser".
