Corea.- Greenpeace señala que el ejemplo norcoreano revela que no hay diferencia entre energía nuclear y armas nucleares

Actualizado: miércoles, 14 febrero 2007 14:54

MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

La organización ecologista Greenpeace celebró hoy el compromiso de Corea del Norte de desmantelar sus instalaciones nucleares y aseguró que el ejemplo norcoreano demuestra que "no hay diferencia tecnológica entre la energía nuclear y las armas nucleares", ya que "cualquier tecnología nuclear es una puerta abierta al desastre".

A juicio de Greenpeace, el acuerdo de Beijing revela que "el apoyo y la participación internacional para reducir las tensiones nucleares regionales puede ser importante a la hora de construir un mundo más seguro".

"El ejemplo de Corea del Norte muestra que no hay diferencia tecnológica entre la energía nuclear y las armas nucleares", aseveró la organización. "Cualquier tecnología nuclear es una puerta abierta al desastre", añadió.

"Ahora, este ejemplo debería ser seguido en varias otras regiones", según Greenpeace, que menciona expresamente a Oriente Próximo, "una de las zonas más convulsas del mundo", en la que "prácticamente todos los países" están anunciando, "de forma más o menos velada, sus intenciones de desarrollar programas nucleares". Como ejemplos cita a Israel, "que ya posee armas atómicas", e Irán, "que avanza en un programa nuclear del que afirma que tendrá uso civil".

"La única salida a esta situación es dar pasos claros hacia el establecimiento de una zona libre de armas nucleares y de energía nuclear en Oriente Medio", aseveró Greenpeace. "La alternativa, es decir, la nuclearización, añade más peligro e incertidumbre a la situación de la región, ya muy inestable", advirtió.

Al mismo tiempo, prosiguió la organización, las potencias nucleares como Estados Unidos y Reino Unido, que están desarrollando nuevos programas de armas atómicas, "deberían cumplir las obligaciones que les impone el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP)", lo cual significa "que no sólo deberían poner fin a esos programas sino dar pasos firmes hacia el desarme".

"Lo contrario mina su credibilidad cuando afrontan negociaciones internacionales para la eliminación de las armas nucleares o cuando tratan de disuadir a otros países de que las adquieran o fabriquen", manifestó Greenpeace.

HERENCIA DE LA GUERRA FRÍA

Según Greenpeace, la crisis nuclear de Corea del Norte es una herencia de la Guerra Fría, durante la cual Estados Unidos instaló armas atómicas en Corea del Sur. En respuesta a ello el régimen de Pyongyang comenzó a desarrollar un programa nuclear, inicialmente de uso civil pero que luego derivó en militar.

En 1994, el Gobierno norcoreano y el estadounidense de Bill Clinton alcanzaron un acuerdo, por el que el primero paralizó su programa a cambio de diversos compromisos. Más adelante lo reanudó, acusando a Estados Unidos de incumplir ese pacto, al tiempo que expulsaba a los inspectores de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) y abandonaba el TNP. El punto más grave de la crisis, recordó Greenpeace, se vivió en octubre de 2006, cuando Corea del Norte realizó una prueba nuclear.

El acuerdo de Beijing se ha conseguido en el marco de las conversaciones a seis bandas, que mantienen desde 2003 Corea del Norte, Estados Unidos, China, Corea del Sur, Rusia y Japón. El principal punto del acuerdo establece que Pyongyang se compromete a paralizar su principal central nuclear en un plazo de 60 días y a permitir el regreso de los inspectores de la AIEA. A cambio, recibirá ayudas internacionales y concesiones diplomáticas.

"El ejemplo de Corea del Norte, que se ha abordado con un enfoque multilateral de negociación, conversaciones directas y diplomacia, y no de amenazas militares, es el que debería seguirse con respecto a otros programas que se están desarrollando en diversos países", declaró la responsable de la campaña de Desarme de Greenpeace, Mabel González.