ABUJA, 6 Oct. (EP/AP) -
Varios líderes del África occidental se reúnen hoy en Nigeria para tratar de solucionar la división imperante en Costa de Marfil a raíz de la guerra, a dos semanas de que venzca el mandato extendido del presidente, Laurent Gbagbo, y sin vistas a organizar elecciones en el país.
Por su parte, Gbagbo, que sobrevivió al golpe de Estado en 2002 que precedió a una guerra civil que dejó dividida a Costa de Marfil, debe organizar elecciones antes del 31 de octubre --fecha en la que finaliza su mandato ampliado de un año-- y que, por su parte, ya han sido retrasadas en múltiples ocasiones.
En este sentido, sin elecciones a la vista y con los rebeldes que rechazan el mandato de Gbagbo más allá de la fecha ya extendida, los líderes de 15 países pertenecientes a La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS), entre ellos, el presidente anfitrión, Olusegun Obasanjo, el propio Gbagbo, el primer ministro del Gobierno de unidad nacional, Charles Konan Banny, además de los líderes de Guinea-Bisssau, Cabo Verde, Burkina Faso, Senegal, Níger, Liberia y Togo, deben debatir un plan de acción futuro en la capital de Nigeria, Abuja.
Por su parte, se desconoce si el líder rebelde, Guillaume Soro, a pesar de no ser invitado, viajará a Abuja para darse cita con los distintos mandatarios africanos.
"Enviaremos una importante señal a estas personas y esperamos llegar a una situación en la que se alcance la fecha del último restraso electoral", señaló el secretario ejecutivo de ECOWAS, Mohammed Ibn Chambas, y subrayó que "juntos, los jefes de Estado pueden encontrar una solución común a esta situación".
Por otra parte, cerca de 10.000 soldados de Francia y de la ONU vigilan las líneas de frente del mayor país productor de cacao, que separan el norte controlado por los rebeldes y el sur, bajo control gubernamental. Mientras que, por su parte, los acuerdos de paz calmaron los ánimos bélicos en los primeros meses del estallido de la guerra, pocos de los principios contenidos en los mismos se han materializado entre rebeldes y Gobierno, alegando su dilatación y la mala fe mutua.
