Crónica Afganistán.- Muere a los 92 años el último rey de Afganistán, Mohamed Zahir Shah

Derrocado en 1973 tras 40 años de reinado, regreso al país en abril de 2002 gracias a la caída del régimen de los talibán

Europa Press Internacional
Actualizado: lunes, 23 julio 2007 14:52

MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

El último rey de Afganistán, Mohamed Zahir Shah, ha muerto a los 92 años de edad. Así fue anunciado hoy por el presidente del país, Hamid Karzai, quien ha declarado tres días de luto oficial. Zahir Shah reinó durante 40 años y fue derrocado en 1973 por su propio primo, que proclamó la república. Tras permanecer 29 años en el exilio, regresó a su país en abril de 2002, después de la campaña militar estadounidense que precipitó la caída del régimen de los talibán.

Karzai anunció la muerte del antiguo soberano durante una rueda de prensa difundida por la televisión nacional. El presidente precisó que se declararán tres días de luto oficial y que el cadáver del rey será expuesto en una mezquita de Kabul antes de su traslado a su tumba.

Desde su regreso a su país hace más de cinco años, Zahir Shah había tenido que salir en varias ocasiones de Afganistán para recibir tratamiento médico. A principios de este año su salud se volvió "muy precaria" y desde entonces su familia estaba esperando su muerte en cualquier momento, según declaró a Associated Press el nieto del fallecido y actual director del Departamento de Medio Ambiente, Mustafá Zahir.

EL CLAN MUSAHIBAN

Nacido en Kabul el 15 de octubre de 1914, hijo de Mohamed Nadir Shah y de una hija de identidad desconocida del emir de Kabul, Mohamed Taqub Jan, Zahir Shah pasó su juventud en Francia --en París y Montpellier--, donde su padre era ministro plenipotenciario. En 1929, Nadir Shah, al frente del clan Musahiban, encabezó una revuelta en la zona de Jost aprovechando el vacío de poder creado por la abdicación del rey Amanulá, que no pudo soportar la presión de los campesinos y los dignatarios religiosos.

El 17 de octubre de 1930, Nadir Shah se proclamó rey y Zahir Shah regresó con su padre a Afganistán. Sólo dos años más tarde, Zahir Shah fue nombrado ministro de Defensa y de Educación. El 8 de noviembre de 1933, a los 19 años, Zaher Shah se convirtió en rey después del asesinato de su padre, que fue cometido ante sus propios ojos.

Sin llegar a superar la corrupción endémica y sin lograr apartar del todo a los no pashtunes del aparato estatal, el reinado de Zahir se caracterizó por la neutralidad en el exterior (llegó a expulsar durante la Segunda Guerra Mundial a los ciudadanos de las potencias del Eje que no tuvieran credenciales diplomáticas) y por haber sido el periodo más largo sin guerra en la historia de Afganistán.

En sus primeros 20 años de poder, el monarca --cuya influencia francesa le generó una mentalidad relativamente abierta, que se unió a su carácter tranquilo y a una visión liberal y progresista poco común en el Afganistán de la época-- reinó bajo la incómoda tutela de las camarillas de los Musahiban, sobre todo de los hermanos de su padre, que se sucedieron en el cargo de primer ministro.

En 1953 destituyó a su tío Mahmud Jan del cargo de primer ministro y designó a su primo, Sardar Mohamed Daud Jan, marcando el inicio de una etapa de reformas sociales y económicas y de persistencia de la neutralidad frente a las dos potencias, Estados Unidos y URSS (incluido de un cierto acercamiento a esta segunda).

En 1963, Daud fue depuesto y Zahir Shah asumió el poder directamente. La década transcurrida entre ese año y 1973 fue el único periodo en que el monarca realmente gobernó por sí mismo en sus 40 años de reinado. Su Gobierno directo se caracterizó por algunas reformas políticas que condujeron, tras convocar una Loya Jirga (gran asamblea de notables tribales y religiosos) en 1964, a la aprobación de una nueva Constitución que puso fin a la monarquía absoluta y estableció el sistema parlamentario mediante sufragio universal.

En ese periodo, Zahir Shah atrajo asesores extranjeros, fundó la primera universidad moderna del país y fomentó las relaciones culturales y comerciales con Europa. Asimismo, las mujeres tuvieron por primera vez derecho a recibir educación y a votar en las elecciones y se crearon las condiciones para favorecer una prensa libre.

DERROCAMIENTO, EXILIO Y REGRESO

El aperturismo relativo del periodo provocó la reacción de los sectores sociales y políticos que basaban su poder en un sistema feudal. El deterioro económico de 1971 y 1972 y la falta de avances reales en la 'Nueva Democracia' anunciada por Zahir reavivaron el descontento, que aprovechó Daud para dar un golpe de Estado el 17 de julio de 1973, aprovechando que el monarca se encontraba en Italia para seguir un tratamiento contra el reumatismo.

Un mes más tarde Zahir Shah abdicó del trono y se instaló en Roma, y Mohamed Daud proclamó la república. En 1978 fue despojado de su nacionalidad, que no recuperó hasta septiembre de 1991.

Para Afganistán, el derrocamiento de Zahir Shah fue el inicio de tres décadas en las que fueron proclamados y derribados violentamente cuatro regímenes distintos: la república autoritaria prosoviética de Daud de 1973 a 1978; la dictadura comunista impuesta por la URSS, entre 1978 y 1992; el Estado islámico de Burhanuddin Rabbani, caracterizado por la guerra endémica entre los señores de la guerra, entre 1992 y 1996; y el régimen fundamentalista de los talibán, entre 1996 y 2001.

Zahir Shah salió del olvido internacional tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y la consiguiente campaña militar liderada por Washington que precipitó el derrocamiento de los talibán en diciembre de ese año.

En abril de 2002, Zahir Shah regresó a su país procedente de su exilio italiano. Poco antes, el antiguo monarca se había reunido en Roma con el presidente de la Administración Interina, el pashtún --y "candidato" de Estados Unidos-- Hamid Karzai, para preparar su regreso al país.

Entonces, Zahir Shah anunció que renunciaría a ocupar ningún cargo en el nuevo Afganistán, a pesar de que algunos sectores --en particular la comunidad pashtún-- habían reclamado incluso su vuelta al trono. Asimismo, tras regresar definitivamente a su país, expresó su deseo de ayudar a Afganistán a seguir la senda de la democracia y a restablecer la unidad entre las tribus afganas durante los años que le quedasen de vida.

Como contrapartida simbólica a su renuncia a la jefatura del Estado, las nuevas autoridades interinas le confiaron la misión de presidir la Loya Jirga de Emergencia, previa a la Loya Jirga Constitucional que debía elaborar la nueva Carta Magna. La Constitución, aprobada en enero de 2004, acabó definitivamente con la monarquía. Desde entonces, Zahir Shah ostentaba el título puramente honorífico de 'Padre de la Nación', una dignidad que desaparece con su propia muerte.

"El pueblo confía en vosotros y no debéis olvidarlo", declaró entonces el monarca ante la Loya Jirga que ratificó la Constitución. "Deseo que pongáis lo mejor de vosotros para mantener la paz, la estabilidad y la unidad del pueblo afgano", proclamó.

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