El presidente espera revalidar mandato recordando a los votantes su papel esencial en el fin de la guerra civil argelina de los 90
MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Argelia celebra el próximo jueves las elecciones a la Presidencia del país con el actual dirigente, Abdelaziz Buteflika, como claro favorito para conseguir el que sería su tercer mandato, y abanderando una llamada a la reconciliación nacional que ha sido, no obstante, desoída por gran parte de la oposición, quien ya ha anunciado que boicoteará los comicios, argumentando sus críticas sobre el presunto abuso de poder ejercido por el presidente, en la aprobación el pasado mes de noviembre, de la reforma constitucional que le permite presentarse nuevamente al cargo.
En el poder desde 1999, Buteflika, que se presenta como independiente, espera en estas elecciones que el pueblo argelino le siga recordando como una pieza fundamental del histórico proceso de reconciliación iniciado hace una década en Argelia, y que puso fin de manera a la guerra civil que enfrentó a Gobierno e islamistas desde 1991 hasta 1999. Capitalizando en ese papel, Buteflika renovó su mandato en 2004 con el apoyo del 83 por ciento de los votantes argelinos.
El conflicto sigue abierto en algunos frentes, sin embargo, ya que determinados grupos islamistas que se negaron a firmar la Carta para la Paz y la Reconciliación Nacional encabezados por el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, suelen asociarse con redes terroristas como Al Qaeda para perpetrar atentados en suelo argelino.
En este sentido, cuatro antiguos miembros del GSPC, entre ellos el antiguo comandante de la división médica de la organización, Abú Zakaria, solicitaban el mes pasado a sus ex compañeros que abandonaran la lucha armada "para volver a contar con el apoyo de las familias y de los fieles", según un comunicado recogido por el portal Maghaberia.
El presidente argelino también ha reforzado su llamada a la reconciliación nacional a lo largo de la campaña electoral, e instando a "los criminales, a los que han mancillado la imagen de Argelia" a "reconocer sus acciones y pedir el perdón del pueblo". Buteflika ha capitalizado, a lo largo de esta campaña, en sus éxitos pasados para revalidar su mandato, pero tras el boicot de la oposición, grupos de expertos consideran que la apatía electoral será el denominador común de estos comicios.
DUDAS Y CREDIBILIDAD
"Sin oponentes con credibilidad, y sin la oposición del Ejército y de los servicios de seguridad, quedan pocas dudas de que serán elegidos", explicó el grupo de expertos norteamericano Washington Institute. "Para una gran parte de la juventud, la naturaleza de estos comicios seguirá erosionando la confianza en el ya de por sí frágil sistema argelino", de acuerdo con el análisis.
El principal político de oposición islamista, Abdalá Djabalá, explicaba su boicot electoral citando el estado de "estupor" en el que Buteflika ha dejado, según sus palabras, la política del país. "El régimen ha domado a todos los partidos políticos que se han dejado domar. Y ha roto a aquellos que se negaban a ser domados", declaró el político a Reuters.
A pesar de que el presidente Buteflika ha emprendido una campaña para animar al voto popular, Djabalá ha expresado sus dudas sobre la respuesta de la población a tenor de la posibilidad de fraude. "¿Es posible llevar a cabo elecciones libres y justas, cuando el presidente emplea a la administración pública y al erario del Estado como herramientas de su campaña?", se preguntaba.
La libertad de los medios de comunicación está severamente cuestionada. Argelia ocupa actualmente el puesto 121 de las 173 naciones comprendidas en la Escala de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras.
"Para hacerse una idea de la clase de partidismo en los medios", explica el blog argelino 'The Moor Next Door', "sólo hace falta mirar periódicos como el semioficial 'El Mudjahid', quien describe a Buteflika como "el hombre que defiende los valores típicamente argelinos en su triple dimensión bereber, islámica y árabe'". "El acoso oficial contra el trabajo del periodista es un fenómeno habitual", indica el RSF.
FINANCIACIÓN IRREGULAR
Entre los candidatos, destacan Louisa Hanune, del Partido de los Trabajadores; el populista Musa Tuati, del Frente Nacional Argelino; Mohamed Said, que comparece como independiente; Djahid Yunsi, del partido El Islah; y Fawzi Rebaine, de orientación claramente nacionalista.
Se ha criticado la dificultad que tienen los partidos opositores para desarrollar sus campañas. El estado les proporciona una cantidad de 150.000 euros para desarrollar la campaña. "La suma no es suficiente para cubrir los costas de mítines, pósters, páginas web, etcétera..." declaró el director de comunicaciones del partido para la Libertad y la Justicia, Suad Layadi, a EnNahar.
Sin dinero, los partidos han reducido su número de mítines. Todos los intentos de recaudar dinero a través de sus partidarios han sido infructuosos. "La ayuda del estado es insuficiente, y hay costes inevitables", añadió.
