Crónica Bosnia.- Bosnia-Herzegovina necesita de la ayuda directa de la UE para superar el trauma de la guerra

Actualizado: domingo, 18 febrero 2007 17:37

Un representante especial de la UE debería asumir el papel de "guía político" de la región, aún afectada por los nacionalismos, según ICG

MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

El reciente "despido" del Alto Representante para Bosnia Herzegovina, Christian Schwarz-Schilling, por su falta de supuesta falta de energía y dinamismo en el cargo, ha puesto de relieve el estado de "confusión" en el que se encuentra la política internacional en Bosnia, según el último estudio realizado por el grupo de expertos International Crisis Group (ICG) que demanda, principalmente, que sea la Unión Europea la encargada de que se cumplan los acuerdos de Dayton firmados el pasado año 2000, a través de su propio representante especial, lejos de la Oficina de Alta Representación, cuyo último enviado ha sido considerado como "el peor de los altos representantes que jamás se haya encargado de Bosnia", según el analista de Sarajevo, Senad Slatina, en relación al ahora desempleado político alemán.

Ante este panorama, el Consejo para la Implementación de la Paz, el organismo ante el que se supone responde el alto comisionado, se reúne el próximo día 27 para decidir la nueva estrategia. ICG considera que en esa reunión, los asistentes deberían tener un punto claro en mente. Que Bosnia se encuentra "indispuesta para dirigir su propio futuro", según ICG. El nacionalismo étnico en la región y las tensiones ante la inminente reunión sobre el estatus de Kosovo siguen siendo demasiado para la pequeña.

Milorad Dodik, primer ministro de la República Srpska, y el primer ministro serbio Milan Kostunica esperan explotar el debate sobre la independencia de Kosovo para "agitar los sentimientos separatistas". De hecho Dodik ha realizado numerosos llamamientos para celebrar un referéndum sobre el status de su pequeña república si al final Kosovo consigue su autonomía. Estas peticiones no han hecho sino incrementar la tensión con la Federación Croata Musulmana, el otro elemento constitutivo de Bosnia-Herzegovina, según entiende el grupo internacional.

Y es que el poder político de Dodik ha aumentado ostensiblemente desde su regreso al poder en 2005. ICG teme que, por primera vez desde 1997, la República Srpska "haga algo más que obstruir" un proceso de implementación al que "todavía le falta mucho por hacer", según el informe.

ICG exige que se realizen los cambios oportunis a todos los niveles (judicial, militar, educativo, informativo), regolados por un Representate Especial de la Unión Europea y respaldado por Estados Unidos, "para facilitar la resolución de los conflictos entre las partes".

ICG cree que los llamados "poderes de Bonn", es decir, la autoridad real del Alto Representante sobre Bosnia Herzegovina, no han hecho más que "eliminar a importantes políticos nacionales de la vida pública y aprobar una legislación controvertida". Los poderes dependen de la credibilidad política y de la fuerza de la presencia militar internacional (la EUFOR o fuerza de la Unión Europea) en el país. Schwarz-Schilling siempre se mostró reticiente a emplearlos y fue despedido por ello, y la capacidad militar se ha visto progresivamente debilitada. Ahora mismo, los funcionarios bosnios podrían desafiar la imposición de los poderes de Bonn, convirtiendo a la Oficina de Alta Representación en un organismo sin efectividad alguna.

El grupo de expertos considera que la Oficina de Alta Responsabilidad deberá transferir, para finales de 2007 todas sus competencias concernientes a los acuerdos de paz de Dayton a la Unión Europea, exceptuando los 'poderes de Bonn' dado que son reales y efectivos.

Así, el grupo de expertos pide a la Unión Europea, que siempre se ha contemplado como "el ancla definitiva para la estabilización de los Balcanes", que se convierta en el "núcleo activo del esfuerzo internacional en el país", tratando a Bosnia-Herzegovina, un país que sigue profundamente afectado por la guerra, como a un solicitante más para la entrada en la Unión, lo que sería suficiente para eliminar todo rastro de nacionalismo imperante.

Este Representante Especial también será el encargado de supervisar los aspectos relacionados con la implementación de Dayton, orientar a los bosnios de todas las etnias en un interés práctico sobre los beneficios de pertenecer a la Unión Europea y, para ello, deberá confiar en los mecanismos existentes, léase la EUFOR y la Misión Policial de la Unión Europea. La Unión deberá aportar mayor cantidad de fondos, ayuda bilateral para proyectos de infraestructura y emplear dichos mecanismos para "persuadir" a los políticos locales para que se comprometan y tomen "decisiones relevantes". El Representante de la UE deberá, además, rehabilitar a los politícos bosnios, previamente expulsados de su cargo por la Oficina, para que participen en la nueva comisión del Gobierno bosnio.

Finalmente, las entidades correspondientes de la UE deberán supervisar la relajacion de los regímenes de visado con el oeste de los Balcanes para facilitar la circulación de ciudadanos, y a las entidades financieras de la unión que "continúen con su compromiso activo en Bosnia" y que "incrementen la ayuda técnica y financiera para el desarrollo del país".

ICG espera que, con el tiempo, esta intervención de la Unión Europea permita a los bosnios "tomar iniciativas por su cuenta". El grupo reconoce que se ha conseguido "un buen avance en los últimos 11 años", pero no el suficiente como para que la comunidad internacional "cante victoria y se marche". Para ello y como es habitual, el grupo realiza una serie de recomendaciones a los implicados para arreglar el punto muerto en el que se encuentra la república.