MANILA, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secuestro de 32 niños y cuatro profesores en un autobús por parte del propietario de una guardería que reclamaba mejoras sociales y educativas para sus alumnos ha concluido con la liberación de los menores y la entrega de sus captores. El incidente ha puesto en un primer plano las condiciones sociales de los niños en los barrios más desfavorecidos de Manila y el Gobierno ya ha asegurado que incrementará las ayudas a los niños.
Los niños están matriculados en la guardería 'Musmos Day Care', situada en la misérrima comunidad de Parola, en el distrito de Tondo (Manila), y participaban en una excursión del colegio en el momento en que fueron secuestrados.
Inmediatamente después del secuestro, los captores mostraron desde una de las ventanas del autobús una hoja de papel en la que habían escrito que estaban armados con dos granadas, un fusil de asalto y una pistola del calibre 45, según informó el portavoz policial Mark Andal.
El jefe del "comando" secuestrador se llama Armando 'Jun' Ducat, nada menos que el propietario de la guardería en la que están matriculados los niños. Ducat reconoció de inmediato que el objetivo de su acción --en la que estuvo secundado por otras dos personas-- era llamar la atención de las autoridades y exigir al Gobierno que se concediera a casa, matrículas gratuitas y una mejor educación para los 145 niños de su guardería.
"Ya he visto a muchos niños en la escuela, les quiero y deseo que puedan acabar sus estudios", afirmó Ducat, quien aseguró que liberaría a los niños en caso de que la presidenta Gloria Macapagal Arroyo garantice que los niños recibirán las mejoras sociales y educativas que había reclamado. "Si la presidenta puede garantizarlas, me entregaré", declaró Ducat, citado por la agencia de noticias PNA.
No es la primera vez que Ducat participa en un hecho semejante. Hace 20 años retuvo a dos sacerdotes, un incidente en el que medió monseñor Mel David. Precisamente, Mel David se trasladó hoy al lugar junto al diputado Rodolfo Bacani y el presidente de la Autoridad de Desarrollo Metropolitana de Manila, Bayani Fernando, a quien la presidenta Gloria Macapagal Arroyo había ordenado que supervisase esta crisis.
Tras el secuestro, Ducat a la Policía --en declaraciones a la radio local 'DZMM' a través de un teléfono móvil-- que tuviera "compasión" por los niños retenidos y que en el caso de que hubiera derramamiento de sangre, él no sería "el primero en disparar".
LA ENTREGA
Tras varias horas de tensión --la Policía se vio obligada a quitar de las manos del secuestrador una granada a la que éste había retirado el seguro--, el suceso acabó felizmente. Ducat entregó finalmente dos granadas (una de ellas sin la anilla), un fusil y una pistola. La entrega se produjo a las 19:00 horas locales (13:00 horas en España), tras llegar a un acuerdo con la Policía.
Según el portavoz de la Policía para este caso, el superintendente Cipriano Querol, Armando 'Jun' Ducat había accedido a liberar a los rehenes tras negociar con la Policía y que ésta le prometiera que permitiría que la televisión cubriera la rendición del secuestrador. "Accedimos a esa condición y le garantizamos que estará en manos seguras una vez se entregue y que nada le ocurrirá", precisó.
Previamente había liberado a uno de los niños, al que entregó al senador Ramon 'Bong' Revilla, quien reconoció que tiene una estrecha relación con Ducat. El pequeño, de siete años, fue puesto en libertad porque tenía fiebre y fue trasladado al hospital por una ambulancia, según las autoridades.
PROMESAS DEL GOBIERNO
El suceso de hoy posiblemente abra un nuevo debate en Filipinas sobre las condiciones sociales de los niños en los barrios más desfavorecidos de la capital y del resto del país.
De hecho, el Gobierno filipino aseguró hoy que ampliará la ayuda educativa y en viviendas a los niños, tal como ha exigido el secuestrador, según informó la agencia de noticias PNA. "El Gobierno ampliará la ayuda a los pobres", declaró el secretario ejecutivo del Gobierno, Eduardo Ermita.
Por su parte, la secretaria del Departamento de Bienestar Social y Desarrollo, Esperanza Cabral, también había garantizado a Ducat en conversación telefónica que el Gobierno ampliaría sus ayudas a los niños que mantiene secuestrados.