Los medios de comunicación deberán otorgar una "estricta igualdad" a todos los candidatos
PARÍS, 9 Abr. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) - .
Desde que los relojes marcaron en Francia las 00:01 horas de hoy, el país entró en la campaña presidencial de manera "oficial", denominación que determina fundamentalmente el modo en que los medios de comunicación franceses van a tener que dar cuenta de la campaña e indica la cercanía de la primera de las dos votaciones de los comicios presidenciales que se celebrarán los próximos 22 de abril y 6 de mayo.
Es a falta de 13 días para que tenga lugar la primera vuelta de los comicios presidenciales cuando las radios y las televisiones de Francia se exponen más que nunca a un exigente control del Consejo Superior Audiovisual (CSA), la autoridad de regulación de todo cuanto concierne a la radio y la televisión y que desde hoy exige la "estricta igualdad" a la hora de presentar a los doce candidatos a las elecciones presidenciales francesas.
La expresión "estricta igualdad" implica que los doce aspirantes a la Presidencia de la República cuentan a partir de hoy con el mismo tiempo de intervención en las radios y televisiones. Los aspirantes disfrutan, también desde la jornada de hoy, de las mismas franjas horarias para emitir sus opiniones y presentar sus proyectos. Del mismo modo en que los 85.000 colegios electorales repartidos por toda Francia presentaban desde la primeras horas de la mañana los carteles de los aspirantes a la jefatura del Estado galo, las televisiones comenzaron a emitir los mensajes de campaña de los candidatos.
El primero de los mensajes en aparecer en las televisiones fue el de José Bové, el candidato 'altermundialista', cuyo spot de campaña se emitió en la cadena francesa 'France 5' a las 6:25 horas. Todos los candidatos verán emitirse tres versiones de sus mensajes de propaganda electoral.
Estos mensajes, de un minuto, dos minutos y medio y cinco minutos de duración, se emitirán tantas veces como sea necesario hasta llegar a un tiempo en antena de 45 minutos. En buena parte de las redacciones de los medios de comunicación franceses se comparte una palabra para describir qué representa la "estricta igualdad" que exige el CSA: "rompecabezas".
DUDAS DE LOS VOTANTES
No obstante, para una remarcable cantidad de electores franceses tampoco resulta evidente saber quién será el candidato por el que se pronunciará. La indecisión es, de hecho, una de las principales características que define a los votantes en estas elecciones presidenciales.
Para Jacques Gerstlé, profesor en ciencias políticas de la Universidad Paris I, la campaña presidencial francesa comienza hoy oficialmente marcada por "la volatilidad" y "la ausencia de tema predominante", según señala en una entrevista al diario francés 'Libération'. A su modo de ver, estas especificidades de la presente campaña "explican que todavía" entre "el 30 y el 40 por ciento" de los votantes no se haya decidido.
"La atención no consigue fijarse en una sola problemática", declara Gerstlé al rotativo galo, en alusión a los últimos tres temas sobre los que los candidatos se han pronunciado por activa y por pasiva en las últimas tres semanas: Airbus, la identidad nacional y los incidentes de la estación de 'Gare du Nord' en los que jóvenes y policías se enfrentaron tras la interpelación policial de un individuo que entró en las instalaciones del metro sin billete.
Según Jacques Gerstlé, la campaña presidencial francesa se decidirá gracias a cuanto ocurra en Francia fuera del marco de la carrera hacia el Elíseo. Para él, "la información no electoral sirve al elector para validar su voto".
"Si un hecho espectacular ocurre en los próximos quince días, una catástrofe natural, un atentado, una crisis social"; el hecho "será integrado por el elector para verificar si un candidato es compatible" o no, explica el politólogo.
Según los sondeos, de los 44,5 millones de votantes inscritos en las listas electorales, 18 millones siguen indecisos. Los mismos estudios de opinión establecen como candidatos favoritos en materia de intención de voto a Nicolas Sarkozy, Ségolène Royal y François Bayrou, aspirantes, respectivamente, del partido gubernamental Unión por un Movimiento Popular, del Partido Socialista francés y del partido centrista Unión por la Democracia Francesa.
Mientras, el candidato de la formación de extrema derecha Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, es designado por los institutos de estudios de opinión como cuarto aspirante en la carrera hacia el Elíseo. Tras él se sitúan los denominados "pequeños candidatos", calificados así por la escasa proporción de votantes que les atribuyen los sondeos.
Ellos son, de extrema izquierda, la candidata del Partido Comunista Francés, Marie-George Buffet, la aspirante de Los Verdes Dominique Voynet además del trío de candidatos trotskistas, Arlette Laguiller, de Lucha Obrera, Olivier Besançenot, de la Liga Comunista Revolucionaria y Gerard Schivardi, del Partido de los Trabajadores.
La extrema derecha también cuenta con sus "pequeños candidatos", pues con ella se identifica la candidatura del soberanista Philippe de Villiers, del Movimiento por Francia, y la del tradicionalista Frédéric Nihous, candidato de Caza, Pesca, Naturaleza y Tradiciones.
