François Fillon, ministro en cuatro gobiernos anteriores, promete "servir a Francia" a través de una "política nueva"
PARÍS, 17 May. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -
Tal como estaba previsto, el flamante presidente francés, Nicolas Sarkozy, nombró esta mañana primer ministro a François Fillon, quien durante su ceremonia de investidura se mostró dispuesto a "servir a Francia" a través de una "política nueva". De 53 años de edad y con una amplia experiencia como ministro, este senador de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) por el departamento de Sarthe --en la región de los Países del Loira-- comparte con Nicolas Sarkozy la experiencia gubernamental y un sólido carácter reformador de probada solvencia.
"Francia es hoy más sólida de lo que era hace cinco años", declaró durante la ceremonia de entrega de poderes, en la que se presentó a sí mismo como el primer ministro surgido de "una elección presidencial que ha llevado a nuestros conciudadanos a elegir una política nueva", que él desarrollará al servicio de Nicolas Sarkozy. "Es mi deber y mi mandato", declaró.
"Respetaré todos los compromisos de nuestro país porque la renovación de la vida política tiene ese precio", proclamó. Asimismo, prometió que escuchará "a todos" como primer ministro "porque Francia necesita de todos".
Fillon se mostró también dispuesto a "servir a Francia", lo cual significa, a su juicio, "defender su identidad, en la que están contenidos los valores republicanos por los que nuestros predecesores han luchado". "Servir a Francia significa actuar por el interés general uniendo a la nación", prosiguió.
En una clara alusión a la estrategia de apertura del presidente Sarkozy que podría traducirse en la presencia de alguna o algunas figuras emblemáticas del socialismo francés en el nuevo gabinete de Gobierno galo, Fillon declaró "que en un mundo de 6.000 millones de seres humanos, los 60 millones de franceses deben permanecer unidos". Este "es el espíritu de apertura deseada por presidente de la República francesa", añadió.
"Servir a Francia es invitar a nuestros conciudadanos a que den a Francia tanto como Francia les da a ellos", dotando así a "Francia de una posición eminente en un nuevo siglo", concluyó Fillon, quien elogió "el estilo, la pasión y el compromiso" de su predecesor en el cargo, Dominique de Villepin.
MINISTRO EN CUATRO GOBIERNOS
Fillon ha sido ministro en cuatro ocasiones en otros tantos equipos gubernamentales. En el Gobierno de Eduard Balladour, bajo el mandato del presidente François Mitterrand, fue ministro de Educación Superior y de la Investigación entre arbril 1993 y mayo 1995.
François Fillon formó parte de dos de los cuatro gabinetes gubernamentales bajo la Presidencia de Jacques Chirac. Entre mayo de 1995 y junio de 1997 fue ministro de Tecnología e Información en el gobierno de Alain Juppé --el primer jefe de Gobierno de Chirac--, y tras los cinco años de gobierno de izquierda del socialista Lionel Jospin, Fillon entró a formar parte del gobierno de Jean-Pierre Raffarin, con quien fue ministro de Asuntos Sociales entre mayo de 2002 y marzo de 2004 y ministro de Educación Nacional entre marzo de 2004 y junio de 2005.
Chirac no encargó ningún Ministerio a Fillon en el gobierno de Dominique de Villepin, constituido después del 'no' francés en el referéndum sobre el Tratado Constitucional Europeo. Este hecho le enfrentó al entonces presidente de la República. "Cuando se haga balance de Chirac, no se recordará nada, a excepción de mis reformas", llegó a declarar al diario 'Le Monde' en alusión a la reforma de las pensiones promovida cuando era ministro de Asuntos Sociales en 2003 --la llamada 'ley Fillon'--.
Desde entonces, sin ninguna responsabilidad ministerial, Fillon se dedicó a plantear desde la UMP "una nueva oferta política inscrita en la renovación del debate público", según se lee en la declaración de principios 'France.9', el 'think tank' que creó en 2002 y del que es presidente.
UN NOMBRAMIENTO ANUNCIADO
En la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy, Fillon ejerció como estrecho colaborador y consejero político. Por ello, su nombramiento para el Palacio de Matignon --la sede del Gobierno francés-- no es una sorpresa, pues varios indicios ya daban a entender que él sería el elegido por Sarkozy para dirigir el quipo gubernamental de 14 ministros cuya formación, salvo sorpresa, será anunciada mañana.
Por ejemplo, el pasado mes de mayo (día en que fue elegido presidente) Sarkozy hizo una llamada al primer ministro británico, Tony Blair -con quien mantiene unas muy buenas relaciones políticas--, en la que aseguró que su futuro primer ministro sería Fillon.
Otro indicio de las preferencias por Fillon es el importante papel jugado por él mismo en los once días posteriores a la elección presidencial, durante los cuales elaboró el programa político de la UMP para las elecciones legislativas que se celebrarán los próximos 16 y 17 de junio.
Otro factor que debió primer en su elección es su dilatada experiencia en algunos de los principales aspectos del programa electoral de Sarkozy.
Habida cuenta de la voluntad del nuevo presidente de reformar el país en profundidad, a través de una simplificación del contrato de trabajo, la fusión de los servicios de gestión del paro y subsidio del desempleo y la reformas de los regímenes especiales de jubilación, entre otras medidas, a nadie extraña que Sarkozy haya elegido alguien que, durante la negociación con los actores sociales sobre las pensiones en 2003, demostró habilidades negociadoras y reformadoras.
Ante las movilizaciones promovidas por los sindicatos contra sus reformas, Fillon mantuvo un perfil tan respetuoso como dialogante con los actores sociales además de mantenerse firme. Esas características le permitieron lograr la aprobación del texto que legalizaba las reformas y establecía su posterior aplicación.
"Respeto las opciones y las convicciones de cada cual, pero el respeto no es sinónimo de retirada, ni de aplazamiento, ni de reescritura del proyecto", afirmó respecto a su proyecto de reforma de las pensiones conocido ahora por su apellido.
Menos fortuna tuvo Fillon con su deseada reforma del Bachillerato, pues en febrero de 2005 fue retirado su proyecto de ley --presentado en su calidad de ministro de Educación Nacional-- ante la oposición de los actores sociales. "No haré una reforma del bachillerato hasta que no hayan desaparecido los temores expresados, porque no quiero un bachillerato infravalorado", reconoció en aquella ocasión.
