Crónica Georgia.- La reconciliación entre Abjazia y Georgia, fundamental para evitar el regreso al conflicto armado

Actualizado: domingo, 21 enero 2007 12:07

ICG establece un plan de cinco puntos que incluye el crecimiento de la infraestructura y una cultura compartida entre ambos territorios

MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

El grupo de expertos International Crisis Group estima que 14 años de negociación auspiciada de forma alternativa por Naciones Unidas y Rusia han "hecho poco para resolver" el conflicto entre Georgia y la región pro independentista de Abjazia, e invita al acercamiento de ambas partes en un proceso negociador que desemboque en una resolución que respete el alto el fuego firmado en 1994, que puso fin a casi dos años de guerra civil y solicita, principalmente, la colaboración entre Rusia y Georgia; con el apoyo de Rusia y Naciones unidas para facilitar la labor de las tropas de paz.

El conflicto entre Georgia y Abjazia alcanzó su máximo exponente en la guerra de 1992-1993, que se inició con la abolición de la Constitución soviética en Georgia, la recuperación de la antigua Carta de Tiblisi, y la pérdida de autonomía de los abjazios. El conflicto desembocó en fuertes combates estallaron entre el Ejército georgiano y las milicias abjazias en las cercanías de Sujumi, la capital. Tras la victoria inicial del Ejército georgiano, una confederación paramilitar acudió en ayuda de Abjazia. Durante los meses posteriores, tuvo lugar un genocidio étnico contra la población georgiana en la región, que fue masacrada o expulsada.

ICG destacó los esfuerzos alcanzados tras la firma de la paz en 1994, como las "escasas violaciones del alto el fuego", el regreso de los georgianos desplazados, o la cooperación bilateral en materia energética. Sin embargo, esos esfuerzos se destacó que la operación militar llevada a cabo por tropas georgianas a mediados de 2006 en el valle de Kodori supuso el fin de los esfuerzos diplomáticos. El valle fue establecido como línea de cese de fuego entre Georgia y Abjazia en 1994 y es, junto con el sector de Gali, uno de los puntos más problemáticos, mientras que la situación en el resto de la región es "relativamente estable", según ICG.

En la actualidad, Abjazia está organizada como un estado independiente, que sin embargo no es reconocido por ningún otro estado a nivel mundial. Las tropas de paz de la UNOMIG y de la CEI aún permanecen en Abjazia tratando de evitar una nueva escalada militar en contra de los georgianos que aún permanecen dentro del territorio. El gobierno de Abjazia ha variado su postura desde un reconocimiento absoluto a su independencia hasta la integración como miembro asociado a la Federación Rusa, lo que no ha sido aceptado por esta última para evitar tensar aún más su situación con Georgia. De cualquier manera, muchos abjazios tienen ciudadanía rusa en la actualidad.

Abjazia insiste en que se reconozca su independencia, basándose en lo que considera "el establecimiento de valores democráticos y la aplicación de la ley", pero la comunidad internacional estima de forma prácticamente unánime que sigue formando parte de Georgia. No opinan igual los 200.000 desplazados abjazios que viven en Tiblisi, en condiciones "muy duras" y prácticamente incapaces de desarrollar sus propios negocios o de enviar dinero a sus familias.

ICG espera que en 2007 germine el optimismo truncado a mediados del pasado año, cuando la operación en el Kodori arruinó un proceso que incluía una hoja de ruta compartida por ambas partes. Tras el incidente, los abjazios abandonaron las negociaciones y Georgia ha adoptado una postura que "aporta pocos incentivos", según el grupo, y en el que se exige un nuevo formato en las negociaciones y en las tareas de pacificación, para intentar reducir la influencia rusa en ambas.

Para ICG el plan para mejorar las relaciones se basa, principalmente, en "la realización de pasos concretos", entre los que se cuentan la "no reasunción de las hostilidades", así como el desarrollo del "desarrollo económico en la región" y, principalmente, "impulsar el compromiso internacional en Abjazia para recuperar la credibilidad y revivir la negociación por parte de los negociadores abjazios". El grupo de expertos considera que las autoridades con sede en Sujumi deben "mostrar más interés en la cooperación, para que se les considere un interlocutor legítimo en el conflicto".

La forma de abordar el tema, una aproximación "ojo por ojo", llevada a cabo por ambas partes "sólo ha contribuido a perpetuar el bloqueo", según la directora del programa de ICG para Europa, Sabine Freizer. "A menos que empiecen a tratarse entre ellos como socios iguales y legítimos que consigan algo al trabajar juntos, hay una verdadera posibilidad de que la región pueda volver a las hostilidades", afirma Freizer.

CINCO PUNTOS A SEGUIR

ICG establece cinco puntos a seguir, con verdadera aplicación práctica para que las negociaciones se reanuden. El primer punto y fundamental es que las conversaciones tengan lugar bajo el auspicio de Naciones Unidas, así como que continúen las conversaciones de alto nivel en materia de seguridad y cooperación policial en las zonas de conflicto, respetando los acuerdos de alto el fuego firmados en 1994, y absteniéndose de emplear retórica militar o acciones armadas de carácter "provocador", según el grupo.

Estrechamente relacionado con esta idea, ICG pide la firma de un acuerdo entre ambas partes que establezca el regreso de los desplazados, un documento que deberá llevar la firma tanto del presidente Saakashvili y su homólogo abjazio de facto, Sergei Bagapsh.

Asimismo, tanto Georgia como Abjazia deben "enfrentarse al legado del conflicto de la guerra de 1992-1993", investigar los crímenes de guerra "definidos por la ley internacional, así como perseguir a los responsables de los delitos y conceder la amnistía a aquellos que participaron en el conflicto, sin cometer crímenes de guerra.

ICG también recuerda la necesidad de crear un grupo de trabajo para desarrollar libros de texto tanto en georgiano como en abjazio, y mejorar las condiciones de las escuelas georgianas en Gali, y preparar nuevos libros de texto en idioma abjazio, especialmente en temas sociales y de humanidades.

Finalmente ICG se dirige a la cuestión de la infraestructura para enlazar ambos países. El grupo de expertos solicita que se establezca el Consorcio Ferroviario del Mar Negro, con participación Rusia y Armenia, para restaurar la línea ferroviaria con destino Abjazia, y acordar medidas internas para regular el transporte, comunicación y comercio entre Georgia y la región pro independentista.

"Georgianos y abjazios han estado viviendo en realidades paralelas que se están alejando cada vez más", afirma el vicepresidente de ICG, Alain Deletroz. "A menos que hagan un esfuerzo genuino para construir en los cimientos del progreso existente en ciertas áreas, 2007 será un año peligroso", amenaza.