Crónica Irán.- La comunidad baha'i denuncia una oleada represiva en Irán "desapercibida" a causa de la crisis nuclear

La comunidad denuncia la reciente detención de 54 miembros durante un actividad de UNICEF en el marco de una "limpieza religiosa"

Europa Press Internacional
Actualizado: miércoles, 31 mayo 2006 16:38

MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -

Los representantes de la comunidad baha'i en España denunciaron hoy la reciente detención de 54 miembros de esta religión en Shiraz (sur de Irán), que calificaron como una de las operaciones de arresto "más numerosas desde la década de los ochenta" y que vincularon a la nueva oleada de represión que, según ellos, sufren los seguidores de esta fe. Asimismo, advirtieron de que este nuevo "pico" represivo está pasando "desapercibido" para los medios de comunicación internacionales debido a que están más centrados en la actual crisis nuclear iraní.

Los 54 baha'is, en su mayoría jóvenes, fueron detenidos el pasado 19 de mayo mientras impartían clase a niños desfavorecidos en un colegio, como parte de una actividad de voluntariado del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) dirigida por una organización no gubernamental local, según informó en rueda de prensa el responsable de Relaciones Externas de la comunidad baha'i en España, Javier González.

Tras algunas semanas en prisión, "sin que sus familias conocieran su paradero" y sin que se informase de la causa exacta de su detención, algunos de ellos fueron liberados tras pagar una fianza, pero todos ellos siguen pendientes de juicio. Unidos a los 72 baha'is detenidos en todo Irán a lo largo de los últimos 14 meses, añadió, "ya son casi 130 personas las que están pendientes de juicio bajo la única acusación de pertenecer a la fe baha'i".

Según González, se trata de una campaña de "limpieza religiosa, incluso cultural, contra la minoría religiosa más importante de Irán, con más de 300.000 miembros". Al respecto, recordó que el pasado 20 de marzo, la relatora especial de la ONU para la Libertad de Religión, Asma Jahangir, hizo pública una carta secreta, fechada el 29 de octubre de 2005, del alto mando militar en la que se ordenaba a las unidades de la Policía y la Guardia Revolucionaria que "identifiquen" y "controlen" a los miembros de la comunidad baha'i.

Asimismo, el representante en España denunció una "campaña de difamación" en la prensa gubernamental contra la comunidad, así como el resurgimiento de la sociedad Hojjatieh, fundada en 1953 para combatir a los baha'i y que desempeñó un papel importante tras la revolución islámica de 1979.

"En los años ochenta hubo hasta 200 ejecutados" entre los baha'is, afirmó, además de miles de detenciones y encarcelamientos por periodos prolongados de tiempo. Esa represión, aseguró, originó fuertes críticas internacionales, sobre todo por parte de la ONU --donde la comunidad baha'i tiene carácter consultivo--, por lo que las autoridades iraníes han preferido "ahora hacerlo de forma más disimulada, para no atraer la atención".

A causa de aquella represión, el número de baha'is ha pasado del medio millón que tenían en 1979 a los entre 300.000 y 350.000 que actualmente siguen en Irán. Muchos de ellos han huido a países occidentales, entre ellos España (donde la comunidad cuenta con 4.000 adeptos, en su mayoría españoles), Canadá, Estados Unidos y Alemania.

"EL CHIVO EXPIATORIO"

Por otra parte, la crisis nuclear iraní ha permitido al Gobierno "pasar de rondón" respecto al incremento de la persecución contra los baha'is, que está pasando "desapercibida" ante la prensa internacional, más centrada en las presiones políticas sobre Teherán, prosiguió.

En todo caso, advirtió, siempre ha habido acoso, tanto en la época del Sha como en la posterior a la revolución islámica, incluso durante la anterior presidencia de Mohamed Jatamí. Tanto con moderados o radicales, "los cambios han sido poco significativos", señaló. "Lógicamente ha habido momentos altos y bajos, pero ahora estamos en uno de esos picos en los que la persecución se agrava", añadió.

En todo caso, advirtió, los baha'i se han convertido "en el chivo expiatorio" de los intereses políticos y religiosos del interior de Irán, ya que "cuando hay mayor hegemonía de las autoridades religiosas, como pasa en la actualidad, la persecución es más fuerte".

La persecución se manifiesta no sólo en detenciones o ejecuciones, afirmó González. "Se prohíbe a los jóvenes acceder a la universidad, se destruyen lugares sagrados que son patrimonio cultural en Irán, se profanan y destruyen cementerios, se retiran licencias para ser funcionarios o para los negocios, se dejan de pagar pensiones, incluso se les obliga a devolver salarios", citó, entre las principales formas de represión.

Entre los motivos de la persecución, Javier González destacó que los baha'is defienden la igualdad entre el hombre y la mujer, la armonía entre la ciencia y la religión, la educación como derecho universal y la ausencia de clero, lo cual "es un peligro para el estatus de hegemonía de los religiosos iraníes".

Los representantes de la comunidad baha'i se reunieron el pasado miércoles con el presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran i Lleida, y tienen previsto hacerlo en breve con los grupos políticos de Congreso y Senado para conseguir su apoyo de cara a las autoridades iraníes.

"La relación con el Ejecutivo, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha sido permanente desde hace 20 años, y no ha habido diferencias entre los Gobiernos de uno u otro partido", aseguró González. "España siempre ha defendido ante la UE la causa baha'i", añadió.

UNA NUEVA RELIGIÓN

La fe baha'i fue fundada en los años sesenta del siglo XIX por el aristócrata Bahaulá (1817-1892), quien se presentó como el nuevo enviado de Dios con la misión de crear una nueva religión. Según Bahaulá, todas las religiones existentes forman parte de una sola, todos los fundadores de religiones son iguales en rango y distinción y cada uno de ellos es portador de un mensaje adaptado a su momento histórico y a la sociedad en que desarrolló su misión.

Entre sus principios, la comunidad baha'i defiende una nueva sociedad humana basada en la justicia y el respeto a la diversidad y pretende, entre otras cosas, la supresión de los prejuicios basados en diferencias de credo, color, género o clase, el desarme de los Estados, la atención a las necesidades de los más pobres, la creación de un tribunal mundial de justicia, la adopción de un idioma internacional auxiliar, la universalización de la educación y el fomento de las artes y el conocimiento.

En Irán están toleradas otras religiones anteriores al Islam, como el judaísmo, el zoroastrismo y el cristianismo, pero prohíbe las llamadas "religiones nuevas", como la baha'i. "Para ellos, Mahoma es el último profeta de Dios, por lo que cualquier nuevo profeta es un hereje, un apóstata, y a los apóstatas se les puede suprimir; matar a un baha'i no es delito", aseguró González, quien se confesó, no obstante, como un gran "admirador" del Islam.

Durante la rueda de prensa, Mahshid Mahramí, iraní residente en Logroño desde hace 26 años --huyó con su familia a causa de su fe baha'is-- y sobrina de Dhabihulá Mahrami, fallecido en diciembre de 2005 en la cárcel de Yazd (centro) tras pasar más de diez años entre rejas, afirmó que uno de los objetivos de la represión contra los seguidores de su religión es "impedir que se propague fuera de Irán".

"En Irán, la represión se da en todas partes", aseguró. "El mundo debe conocer la situación, gracias a la presión de los gobiernos del mundo a veces se limitan las persecuciones", añadió.

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