Crónica Israel.- Más de un millón y medio de personas se encuentran por debajo del umbral de la pobreza en Israel

Actualizado: sábado, 14 abril 2007 15:38

La falta de ayudas estatales y los bajos salarios de la población dificultan la labor de los voluntarios y ONG

MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

Más de un millón y medio de personas, que representan a cerca de 400.000 familias --una de cada cinco en todo Israel--, viven por debajo del límite de la pobreza, según el último informe publicado por el Instituto de Seguros israelí, entre las peticiones de diversas ONG para estimular el papel del Gobierno de cara a cubrir las necesidades de la población.

Dicho límite se encuentra establecido en 4.933 shekels (1.200 dólares) al mes para familias de cuatro personas, según el estudio, con fecha de 2006.

De los que se encuentran por debajo del umbral, un sesenta por ciento son judíos Haredi conservadores y árabes israelíes. Jerusalén, que concentra a la mayor cantidad de personas pertenecientes a ambos grupos, es la ciudad más pobre de todo el país. Otros datos reflejan que cerca del 35 por ciento de los niños israelíes son pobres y que un 42 por ciento de los que se encuentran desfavorecidos son según el estudio, "trabajadores pobres", es decir, que tienen un empleo pero que son incapaces de cubrir las necesidades de sus familias con el sueldo obtenido. En 2005, otros 46.000 israelíes descendieron por debajo del nivel de pobreza establecido por el estudio.

La mitad de esas familias, 200.000 -- un once por ciento de la población total--, recurre habitualmente a la ayuda de cerca de 200 ONG para recibir alimento y ayuda médica, de acuerdo con los últimos datos proporcionados por el Ministerio israelí de Asuntos Sociales y la Organización para la Ayuda en Israel, LATET.

La ayuda, en cualquier caso, se reduce a la creación de improvisadas "cocinas" en los barrios y en las colectas llevadas a cabo entre donantes privados para redistribuir el dinero a los necesitados. Sin embargo, la ONG israelí advierte, en su Informe Alternativo sobre la Pobreza en Israel, con fecha de 2006, que la "contundente respuesta de las ONG" puede terminar siendo, incluso, contra producente, dado que "anima al Gobierno israelí ha hacer, incluso, menos esfuerzos para contribuir al bienestar de los ciudadanos".

RESPONSABILIDAD ESTATAL

En su informe, LATET estima que que un 46 por ciento de los israelíes encuestados responsabiliza al Gobierno de la pobreza en el país, no por los bajos salarios o la falta de empleo, sino por la ausencia de políticas para reintegrar a los desfavorecidos en el ambiente laboral, así como la falta de preocupación por tratar las necesidades alimenticias y médicas de los pobres.

"El Estado debe asumir la responsabilidad para garantizar la seguridad alimenticia en sus ciudadanos, que ahora mismo dependen de la gentileza de las donaciones privadas. Eso debe acabar. Las ONG podemos ayudar al estado en lo que se refiere a la organización y la distribución, pero el Gobierno no debe abandonar a sus ciudadanos, señaló el director general de LATET, Eran Weintraub.

"En estos momentos, muchas ONG son incapaces de atender al creciente número de las familias necesitadas", afirmó Weintraub. "No recibimos fondo alguno del Gobierno y sus nuestro contacto con los servicios sociales es estrictamente unilateral: cada vez nos envían a más y más familias", dijo el director.

Por ejemplo, en el centro de distribución de Petach Tikva, una pequeña ciudad de 180.000 habitantes cerca de Tel Aviv, los residentes que guardan cola para recibir las ayudas están comenzando a robar los últimos paquetes de comida --que contienen productos como aceite, azúcar, café, comida, dulces, galletas y arroz-- por miedo a que se terminen antes de que les llegue el turno.

El encargado del centro durante los últimos seis años, Moses Nissan, afirmó que cerca de 250 familias dependen de sus aportaciones y que todos los años aumenta ese número, ya que vienen derivadas a este tipo de centros a través de los servicios sociales israelíes. "Es responsabilidad del Gobierno alimentar a esta gente, pero no lo están haciendo, y mientras tanto tienen que comer", señaló Nissan.

El centro suministra los paquetes de ayuda y raciones no sólo a través de donaciones, sino que también hace entrega bienes de primera necesidad pagados del bolsillo de los propios voluntarios, porque "no puedo dormir sabiendo que alguien se marchó de mi centro con las manos vacías", reconoció Nissan.

INFORME DE POBREZA ALTERNATIVO

El informe de LATET muestra un descenso en la cantidad de donaciones mientras el número de familias necesitadas creció un 25 por ciento a lo largo de 2006. Y paradójicamente, aunque la tasa de desempleo descendió el año pasado, las ONG reciben cada vez más peticiones de ayuda. Los israelíes más pobres siguen un estilo de vida diametralmente opuesto al ciudadano medio, y son incapaces de obtener acceso a la educación o a los cuidados sanitarios más elementales.

El informe señala también que la mitad de los israelíes que viven en la pobreza no tienen esperanza de una vida mejor, mientras un tercio afirman estar convencidos de que sus hijos también serán víctimas de la pobreza.

Tanto LATET como otras ONGs ha solicitado al Tribunal Supremo israelí que inste al Ejecutivo de Tel Aviv a esforzarse más en la ayuda a los necesitados, apelando que la situación actual es una violación de la Alianza Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que señala los puntos a cubrir para asegurar un adecuado estándar de vida.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Asuntos Sociales, Mahum Ido, afirmó que el Gobierno había distribuido cerca de 48.000 millones de shekels (10.000 millones de dólares) el pasado año para ayudar a los pobres a través de diversos planes benéficos, y cuestionó la labor de las ONG, así como su relación con el Gobierno.

"No nos termina de quedar claro cómo una ONG que ha adoptado una política de solidaridad social, cree que el estado necesita aportar alimentos o asistir a las propias organizaciones no gubernamentales. Los papeles del Estado y la sociedad civil siempre han estado claramente definidos, y es misión de esta última aportar lo que el Estado necesita", explicó Ido.

Un ejemplo es el de Ronit, madre soltera y una de los miles de israelíes que depende de las entregas de comida. Ronit, de 37 años de edad, perdió su trabajo de secretaria hace tres años; y ahora ella y su familia sobreviven con 250 dólares al mes, después de pagar el alquiler y las facturas. No recibe pensión de su ex marido, y no desea presentar el caso a juicio porque no quiere verle encarcelado en caso de no pagar.

"Soy como vosotros. Tenía sueños y un hogar, pero después de mi divorcio me dejaron tirada en la calle. Llevo cuidando de mi familia por mi cuenta", afirma Ronit, madre de tres niños. "He ido a docenas de entrevistas, pero sospecho que ser madre soltera no es una ventaja para los potenciales jefes", lamentó.