Crónica Italia.-Abertis y Autostrade abandonan su fusión, en la segunda gran compra española frustrada en Italia en 2006

Actualizado: miércoles, 13 diciembre 2006 18:35

Las compañías manifiestan su voluntad de reconsiderar la operación en el futuro

ROMA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

El grupo español de transporte e infraestructuras Abertis y la concesionaria italiana de autopistas Autostrade abandonaron hoy su proyecto de fusión, un movimiento que, de confirmarse, supondría la segunda gran operación de sociedades españolas en Italia frustrada durante este año, después de que el BBVA no lograse adquirir Banca Nazionale del Lavoro (BNL).

En ambos casos, la intervención de las autoridades y de los reguladores italianos obstaculizaron el proceso. A comienzos de año, BBVA vendió su participación en BNL después de que el grupo francés BNP Paribas acordara la compra del banco italiano, en detrimento de la entidad española, que durante meses se encontró con la oposición del Banco de Italia y del Gobierno de Silvio Berlusconi.

En esta ocasión, el Gobierno de Romano Prodi impulsó un decreto que, entre otras cosas, limitaba al 5% el derecho de voto de las constructoras en concesionarias de autopistas, lo que dificultaba la capacidad de influencia de ACS --accionista de Abertis-- en el grupo resultante de una fusión con Autostrade. A este decreto, por el que Bruselas abrió un procedimiento de infracción, se suman las presiones sobre Autostrade para renegociar aspectos como inversiones en autopistas y licencias en Italia.

En contra de lo ocurrido con el BBVA, en esta ocasión el Gobierno italiano parecía más abierto a una operación de este tipo. De hecho, a mediados de octubre Prodi dijo en una visita a Madrid y en presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que no había ningún problema "desde el punto de vista político" para la fusión.

Sin embargo, ante las exigencias y cambios legislativos introducidos por el Gobierno de Italia, Abertis y Autostrade acordaron hoy abandonar su actual proyecto, si bien manifestaron su voluntad de reconsiderar la operación en un futuro, cuando se den condiciones más favorables.

Los órganos de gestión de ambas compañías tomaron esta decisión tras "analizar y valorar" las mencionadas "circunstancias" sobrevenidas desde que en abril acordaran la integración y concluir que "hoy por hoy obstaculizan" el proyecto e "imposibilitan" que siga adelante.

Según el comunicado conjunto emitido por las dos compañías, la ruptura de esta fusión, tras ocho meses de tramitación, la ha provocado la nueva exigencia de contar con una autorización en Italia y la nueva normativa sobre concesiones aprobada por el Gobierno de Prodi.

Respecto al cambio de la legislación de concesiones, que el Ejecutivo italiano ha incluido en su Ley de Presupuestos de 2007, modifica el sistema de determinación de peajes y, por ende, la valoración e Autostrade y el canje accionarial establecido en la fusión.

Además, las compañías denuncian que "se desconoce el alcance que pueda tener" este cambio legislativo y las indemnizaciones en caso de que la concesionaria no se adaptara al mismo y perdiera sus concesiones.

Asimismo, Abertis y Autostrade recuerdan que el requisito recientemente establecido por los tribunales italianos de contar con una autorización del ANAS (organismo supervisor de las concesiones en Italia) "tampoco estaba previsto en el ordenamiento jurídico al inicio del proceso de integración".

En este sentido, explican que el ANAS denegó a Autostrade esta autorización en dos ocasiones (en agosto y octubre) y la invitó a volverla a solicitar en el marco de la nueva normativa, hecho que la compañía italiana consideró innecesario.

PRESIÓN DESDE BRUSELAS

Pese a la decisión de Abertis y Autostrade de abandonar el proyecto, la Comisión Europea anunció hoy que proseguirá el expediente contra Italia por obstaculizar indebidamente la fusión.

El portavoz de Competencia, Jonathan Todd, dijo que el Ejecutivo comunitario "toma nota" de la decisión de Abertis y Autostrade y "no tiene ningún comentario particular que hacer" sobre el abandono de la fusión en este momento.

"El hecho de que el proyecto de fusión haya sido abandonado no significa necesariamente que se cerrará el expediente abierto (...) para ver si las autoridades italianas han violado la competencia exclusiva de la Comisión sobre esta concentración de dimensión comunitaria", dijo Todd.

"Tenemos que analizar la nueva situación y la información que hemos recibido esta semana de las autoridades italianas antes de llegar a una conclusión, pero no será hoy", recalcó el portavoz, que explicó que no existe ningún plazo fijo para que el Ejecutivo comunitario tome una decisión final sobre el caso aunque tratará de hacerlo "lo antes posible".

La UE abrió el pasado mes de noviembre un expediente a Italia por el mencionado cambio normativo de las concesiones al considerar que supone una restricción a la libre circulación de capitales y obstaculiza la fusión. El Gobierno de Prodi tiene dos meses para contestar y, en función de esta información, la UE puede exigirle que vuelva a modificar la normativa o llevar el caso al Tribunal de Justicia Europeo.

APUESTA POR EL PROYECTO

Pese al abandono, Abertis y Autostrade ratificaron su convencimiento de que la alianza entre las dos empresas es un buen proyecto sobre "la validez, el sentido industrial y la dimensión europea de la integración, tanto para sí mismas como para sus accionistas, los mercados implicados y las economías italiana y española".

Por ello, mostraron su confianza en que el futuro se den las condiciones "que permitan reconsiderar el proyecto", y aseguraron que seguirán conjuntamente con sus acciones y en diálogo con las instituciones.

La fusión de Abertis y Autostrade, acordada en abril, ya contaba con el visto bueno de las juntas de accionistas de ambas empresas y de la dirección de Competencia de la UE.

La compañía resultante, que estaría participada mayoritariamente por la familia Benetton (24,9%), ACS (13%) y 'La Caixa' (11,7%), iba a suponer la creación del primer grupo mundial de infraestructuras, con una capitalización bursátil de 25.000 millones de euros y una facturación de 6.000 millones.

El grupo fusionado, que se seguiría llamando Abertis y tendría sede tanto en Barcelona como en Roma, estaría presente en 16 países y gestionaría 6.713 kilómetros de autopistas, además de un conjunto de aeropuertos, aparcamientos, plataformas logísticas e infraestructuras de telecomunicaciones.