TOKIO, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno japonés tomó hoy la decisión histórica de elevar el grado de la Agencia de Defensa, creada en 1954, a Ministerio, en un intento, según reconoció hoy el propio primer ministro, Shinzo Abe, por romper con el "régimen postbélico" que se creó en Japón tras la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, las operaciones de las Fuerzas de Autodefensa en el extranjero en operaciones de mantenimiento de paz serán a partir de ahora su principal labor, y no subsidiaria.
Estos cambios se basan en una serie de leyes que revisó en diciembre pasado la Dieta (Parlamento) para elevar el rango de la agencia a Ministerio y dar al ministro de Defensa poderes similares a los que tienen otros responsables de carteras, incluido el de solicitar la convocatorias de reunión del gabinete, pedir presupuesto al ministro de Finanzas y proponer leyes, según recoge la agencia Kiodo.
El cambio de rango de la Agencia de Defensa era una demanda planteada desde hace tiempo por los conservadores, pero había chocado con la aversión de los japoneses por su pasado militarista y su deseo de mantener la imagen de país pacífico.
Para ilustrar el cambio, esta mañana se celebró una ceremonia en el ahora Ministerio de Defensa a la que asistieron el primer ministro, Shinzo Abe, y el que desde ahora será ministro de Defensa, Fumio Kyuma, así como el ex primer ministro Yasuhiro Nakasone.
"Estoy orgulloso de ser primer ministro en el momento en que somos capaces de establecer el Ministerio de Defensa como organización que desempeña un papel en la defensa nacional que es inalienable de la soberanía del Estado", resaltó Abe en su discurso.
RUPTURA CON EL REGIMEN POSTBELICO
El primer ministro, que es también comandante supremo de las Fuerzas de Autodefensa, subrayó que "es el primer paso de ruptura con el régimen de posguerra y como base para construir un país nuevo". "Significa la madurez de nuestro país como democracia y la voluntad de la nación y el pueblo de asumir un papel responsable para el beneficio de la paz y la estabilidad en la comunidad internacional", agregó.
La Constitución nipona no permite el uso de las fuerzas de seguridad en operaciones de combate y sólo recientemente se ha autorizado su despliegue en el extranjero en misiones de mantenimiento de paz pero sólo para prestar apoyo logístico.
Los detractores de esta medida consideran que ahora Japón podría abandonar su política de fuerzas para su exclusiva defensa para adoptar un papel más proactivo a nivel internacional. Por ello, reclaman un mayor control civil sobre las Fuerzas de Autodefensa, puesto que se da por hecho que se establecerá una ley permanente para enviar con mayor facilidad a las fuerzas de seguridad en misiones al extranjero.
En la actualidad, el Gobierno interpreta la Constitución antibelicista como una prohibición para ejercer el derecho a la autodefensa colectiva, lo que implica prestar asistencia militar a un aliado que está siendo atacado.
RESPALDO A LA MEDIDA
Abe restó hoy importancia a estas críticas, asegurando que el establecimiento del Ministerio de Defensa, que contó con el respaldo del 90% de los diputados de ambas Cámaras, demuestra el compromiso de Japón a ocuparse de la defensa nacional y en los esfuerzos por la paz y la estabilidad, así como confianza en el control civil.
Por su parte Kyuma, que hasta ahora era director de la Agencia, señaló que el nuevo Ministerio deberá realizar cambios, incluida una reforma organizativa y reforzar la disciplina, teniendo en cuenta los retos de seguridad que rodean a Japón como el programa nuclear norcoreano.
No obstante, dijo, hay cosas que se tienen que mantener como la política exclusiva de autodefensa de Japón, su promesa de no convertirse en una potencia militar, el marco de control civil y "las buenas tradiciones" de las Fuerzas de Autodefensa. "La formación del Ministerio de Defensa no es una meta, es el inicio para avanzar hacia nuevas cuestiones políticas", agregó.
En una rueda de prensa posterior, Kyuma dijo no temer el control civil sobre su gestión ya que, dijo, el marco está claramente establecido. Asimismo, aseguró que las actividades en el extranjero seguirán bajo control aunque se haya estipulado que este es el principal cometido de las Fuerzas de Autodefensa.
La Agencia de Defensa había mantenido un perfil bajo como órgano vinculado a la Oficina de Gabinete, mientras que el Gobierno mantenía que las Fuerzas de Autodefensa no eran una fuerza militar, en demostración de la determinación de Japón de 'reconstruirse' tras la Segunda Guerra Mundial como un país pacífico.