El país, uno de los más pobres del mundo, se ha convertido en punto de partida y de paso de inmigrantes hacia Europa
MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los malíes están llamados a las urnas para elegir al que será su presidente durante los cinco próximos años entre un total de ocho candidatos, seis de los cuales ya lucharon por la presidencia en 2002, si bien todo parece indicar que el presidente saliente, Amadou Toumani Touré, que opta a un segundo mandato, será el ganador.
Touré, de 59 años, sigue siendo un héroe para los 11,7 millones de habitantes de su país por su papel clave en el final del régimen militar del general Moussa Traoré en marzo de 1991 y por supervisar la transición política del país que desembocó en las primeras elecciones democráticas en 1992, desde su independencia de Francia en 1960, en las que fue elegido Alpha Oumar Konaré.
Aunque no forma parte de ningún partido oficial, Touré cuenta con el respaldo de numerosos grupos y del grueso de los partidos que componen la coalición Alianza para la Democracia y el Progreso. El presidente saliente ha prometido que seguirá defendiendo la democracia y desarrollará el norte de Malí, la región más pobre en este país que figura entre los más pobres del mundo.
Su principal rival será Ibrahim Boubacar Keita, de 62 años, presidente de la Asamblea Nacional y líder del partido Agrupamiento por Malí (RPM). Keita, que ha sido primer ministro y ministro de Exteriores del país y en las últimas presidenciales quedó en tercer lugar, cuenta también con el apoyo de la coalición Frente para la Democracia y la República (FDR). Durante su campaña ha insistido en la importancia del buen gobierno y en la necesidad de impulsar la economía.
Otro de los contendientes de primera talla es Soumeylou Boubéye Maiga, de la Coalición Convergencias 2007, ex vicepresidente de la Alianza para la Democracia en Malí (ADEMA, integrante de la coalición que respalda a Touré), que ha ocupado cargos de relevancia tanto bajo el mandato de Konaré como del actual presidente, entre ellos los de jefe de los servicios de inteligencia y ministro de Defensa. Maiga fue expulsado de ADEMA el pasado noviembre por rechazar el respaldo del partido a la reelección de Touré.
A estos tres se suman otros cinco candidatos más, entre los que figura una única mujer, Aminata Diallo Sidibé, que cuenta con el apoyo del Agrupamiento para la Educación y el Desarrollo Duradero (AEDD) para esta difícil contienda. Los otros candidatos aprobados por el Tribunal Constitucional son el líder de la Convención Social Democráta (CSD), Mamadou Sangaré; Tiébilé Dramé, del Partido para el Renacimiento Nacional (PARENA); ; Oumar Mariko, de Solidaridad Africana para el Desarrollo y la Integración (SADI); Madiassa Maguiraga, del Partido Popular para el Progreso-Jama Jigi (PPP-JJ).
Cuando mañana acudan a las urnas, los malíes lo harán con varios temas en mente, sobre todo la pobreza en la que viven muchos de ellos, la necesidad de creación de empleo y la carencia en materia de servicios públicos como escuelas o centros sanitarios. De hecho, la última semana de la campaña electoral ha estado marcada por temas como la educación, la sanidad, el acceso al agua, la emigración a Europa o el futuro de la industria del algodón.
INMIGRACION
Malí se ha convertido en los últimos años en país emisor de inmigrantes, debido a las malas condiciones de vida, pero también en país de paso para ciudadanos de otros países africanos que desean llegar a Europa, lo que ha provocado duras críticas y presiones por parte de Francia principalmente, que ha exigido al Gobierno que controle el problema.
Respecto a la cuestión de la inmigración, uno de los candidatos, Tiébilé Dramé, se comprometió esta semana a pedir que "todos los sin papeles sean regularizados", subrayando las dificultades a las que se enfrentan los emigrantes que abandonan el país para buscar una vida más digna en Europa.
Este argumento también fue utilizado por Touré quien pidió el apoyo de los electores para garantizar la contratación de jóvenes durante su segundo mandato. Asimismo, el presidente saliente ha reivindicado los logros realizados durante su mandato en el terreno de carreteras, alojamientos sociales, sanidad o desarrollo agrícola.
El cargo de presidente en Malí cuenta con numerosos poderes, entre ellos el de designar al primer ministro, pero sólo se puede optar a él por dos mandatos consecutivos de cinco años. Si ninguno de los ocho candidatos que compiten mañana consigue la mayoría absoluta en la primera vuelta, entonces habrá una segunda vuelta entre los dos más votados el próximo 13 de mayo.
Las elecciones de 2002 que dieron la victoria a Touré estuvieron marcadas por las denuncias de fraude, por lo que ahora todas las miradas están puestas en los comicios de mañana y si estos serán libres y justos como se espera. El jefe de la Comisión Electoral, Siaka Sangaré, ha intentado aplacar las dudas asegurando que las lecciones serán "transparentes".
OBSERVADORES
Para que esto sea posible, las autoridades malíes han invitado a observadores extranjeros y se espera que mañana estén desplegados en los colegios electorales unos mil observadores de Africa, principalmente de la Comunidad Económica de los Estados de Africa Occidental (CEDEAO) y de la Unión Africana, y Europa.
Aunque todo parece indicar que Touré será reelegido, no está aún claro si esto ocurrirá en la primera vuelta. Para garantizar su victoria, su partido ha intentado dividir a los votantes en la primera vuelta, con el fin de que en la segunda los que votaron por otros candidatos lo hagan por Touré.
En todo caso, el gran reto de los comicios de mañana será la tasa de participación. Desde que Malí se convirtió en una democracia ningunas elecciones han superado la tasa de participación del 35%. Este año, el Gobierno espera superar el umbral del 50% con el fin de hacer retroceder la abstención, pero la baja tasa de electores que han retirado su tarjeta de voto parece apuntar a que esto no será así.
