NUEVA YORK, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las fuerzas rebeldes maoístas en Nepal han continuado utilizando a niños soldado, e incluso reclutando a más, a pesar de la firma del Acuerdo de Paz Exhaustivo con el Gobierno el pasado 1 de noviembre, que quedó culminado este mes con la entrada de los maoístas en el Parlamento y la modificación de la Constitución para permitir su participación en el Ejecutivo, según denunció hoy la organización Human Rights Watch (HRW), con motivo de la publicación de un nuevo informe.
El documento, 'Niños en las filas: El uso maoísta de niños soldado en Nepal', recuerda que por el acuerdo de paz ambas partes se comprometieron a detener el reclutamiento de niños para sus respectivos ejércitos, y pide que la guerrilla libere inmediatamente a los "miles" de niños soldado que mantiene entre sus filas y detenga el reclutamiento.
El informe, según HRW, ha sido elaborado mediante entrevistas con ex niños soldado y verificadores internacionales, que documentaron cómo niños de 14 años sirvieron en las líneas del frente de combate, recibieron entrenamiento militar y participaron en tareas "cruciales" de tipo militar y logístico para los maoístas.
En este sentido, el director de investigaciones de HRW para Asia, Sam Zarifi, estimó que "los maoístas deberían dejar a los niños marchar". "El acuerdo de paz explícitamente prohíbe el uso de niños soldado y constata que éste debe ser un punto clave para los maoístas", recordó.
Los observadores internacionales y nepalíes han estimado que más de 4.500 soldados maoístas eran menores de 18 años cuando fueron reclutados para unirse a la lucha que durante una década han mantenido los nepalíes y que se ha cobrado la vida de al menos 13.000 personas.
Por su parte, los maoístas han negado insistentemente haber reclutado o utilizado a niños como guerrilleros. El líder rebelde, Prachanda, contestó directamente a HRW durante una entrevista el pasado 18 de noviembre que los maoístas "nunca" han tenido una "política de reclutar niños" para el combate. "Aunque en nuestro Ejército, se alimentaron a algunos niños cuyos padres fueron martirizados", dijo.
Comandantes maoístas a nivel local han respondido de manera idéntica a las acusaciones, o han culpado del uso de niños soldado en las filas a la falta de disciplina entre las milicias locales.
Sin embargo, HRW opina de otro modo. "Sólo cuando los maoístas, desde el más alto cargo hasta los cuadros sobre el terreno, admitan cuántos niños tienen en sus filas y los liberen, los nepalíes podrán confiar en que sus niños no serán reclutados nunca más para el combate", dijo Zarifi.
El informe de HRW establece que los rebeldes han utilizado una gran variedad de técnicas para llevar a los niños hasta sus filas, entre las que se encuentran el secuestro individual, la captura de grandes grupos de niños de las escuelas, las campañas propagandísticas para atraer a los niños como "voluntarios", y otras artimañas. Estas prácticas "fueron implantadas sistemáticamente durante varios años y en varias zonas bajo control maoísta, denuncia el documento.
UN HIJO GUERRERO POR FAMILIA
"La práctica maoísta de reclutar niños soldado, con mucha frecuencia por la fuerza, ha causado la extensión del miedo entre los nepalíes y ha provocado que muchas familias hayan huido de sus casas", señala el informe. En zonas bajo control firme de los rebeldes, "los maoístas instituyeron la política de una familia, un niño", atestigua HRW, con lo que se forzaba a cada familia a entregar al menos a uno de sus hijos. Cundo muchos chicos huían o eran enviados lejos de casa por la familia, los rebeldes reclutaban niñas.
La abogada especialista en derechos de los niños de HRW, Jo Becker, denunció que el uso de niños por los maoístas viola la ley internacional, y recordó que "menores de 18 años no pueden estar en las filas de combate, independientemente de si fueron reclutados por la fuerza o a través de una campaña de propaganda".
Desde que el alto el fuego entre Ejército y rebeldes entró en vigor el pasado 3 de mayo, ningún niño se han visto involucrado en un enfrentamiento, reconoce HRW, pero puntualiza que los maoístas han continuado con el reclutamiento de niños antes de la firma del tratado de paz definitivo, y con menos frecuencia, incluso después.
HRW ha documentado asimismo la "incapacidad" el Gobierno nepalí, formado por el momento por una coalición de siete partidos democráticos y al que deberían unirse los rebeldes próximamente, para atender a las necesidades de los niños soldado. En este sentido asegura que hasta el reciente alto el fuego, las fuerzas de seguridad nepalíes trataron a los niños acusándoles de cooperación con maoístas con la misma brutalidad que si fuesen adultos sospechosos de relacionarse con los rebeldes. El Gobierno no ha cerrado aún un sistema para proporcionar asistencia a los niños soldado que dejan las fuerzas guerrilleras, denuncia.
Por ello, se ha pedido a la comunidad internacional y los donantes como Estados unidos, la UE, India y Naciones unidas, que faciliten el material técnico y la asistencia financiera necesaria para la reintegración de antiguos niños combatientes en la vida normal y la sociedad nepalí.
"La liberación de las filas maoístas es sólo el primer paso para miles de niños que han perdido su educación y el aprendizaje sobre cómo ganarse una vida", recordó la abogada Becker, añadiendo que "el Gobierno nepalí y la comunidad internacional tienen la responsabilidad de ayudar a estos niños".
Desde 2002, los rebeldes han sido nombrados en tres informes seguidos del Consejo de Seguridad de la ONU como "violadores de los criterios internacionales que prohíben el uso y reclutamiento de niños soldado". El próximo 9 de febrero además, el grupo de trabajo del Consejo sobre niños y conflictos armados, debe considerar las continuas violaciones a niños cometidas por todas las partes del conflicto armado en Nepal, y emitir unas recomendaciones sobre las medidas que debe tomar el organismo.
"El Consejo de Seguridad debe dejar claro que los maoístas deben poner fin inmediatamente a sus prácticas de uso de niños como guerrilleros, lo que retiraría una fuente de agonía para miles de familias nepalíes e impulsaría las probabilidades de un acuerdo de paz final" en el país asiático, consideró Becker.