Crónica Timor.- Los soldados rebeldes, entre ellos Reinado, empiezan a entregar sus armas a las tropas australianas

Actualizado: viernes, 16 junio 2006 16:13

El líder de los rebeldes dice actuar a petición de Xanana Gusmao y reitera su llamamiento al primer ministro para que dimita

MAUBISSE (TIMOR ORIENTAL), 16 Jun. (EP/AP) -

Los soldados rebeldes de Timor Oriental entregaron hoy más de una docena de armas a las fuerzas de paz australianas, comenzando con el proceso de desarme que se espera que sirva para acabar con meses de tensión y violentos disturbios en este pequeño país, antigua colonia portuguesa.

El teniente comandante Alfredo Reinado, que lidera al grupo de soldados que fueron destituido del Ejército en marzo pasado, entregó su rifle M-16 con mira telescópica a un soldado australiano. A continuación sus soldados, que hicieron fila con sus trajes militares, entregaron sus armas tras saludarle. Reinado comprobó que estaban descargadas y se las pasó a los militares australianos, que apuntaron el modelo y el número de serie.

En total, los rebeldes entregaron doce rifles automáticos, cuatro pistolas y una cantidad no determinada de municiones en una ceremonia en la colina en la que Reinado estableció el campamento de sus fuerzas tras huir de Dili en abril cuando comenzó el conflicto con el Gobierno.

Reinado había anunciado previamente esta mañana que sus fuerzas comenzarían a entregar las armas a las fuerzas de pacificación en Timor Oriental hoy mismo. El líder rebelde afirmó que el presidente timorense, Xanana Gusmao, le había pedido que entregara sus armas para solventar una crisis que ha paralizado Gobierno e instituciones. Todavía no está claro cuántas armas, y de qué tipo, poseen las fuerzas rebeldes. En respuesta a esta cuestión, Reinado afirmó a los periodistas que "nunca hay que preguntar al Ejército cuántas armas tiene".

Reinado, que ha expresado su apoyo al presidente pero es un firme opositor del primer ministro, Mari Alkatiri, ha confirmado que tras la entrega se llevarán a cabo nuevos contactos con el Gobierno cuando Gusmao regrese de su visita de estado a Indonesia. Sin embargo, reiteró su petición de que Alkatiri dimita para que se pueda restablecer la estabilidad en Timor Oriental. "Es mejor para él que se vaya a que alguien le obligue a irse", afirmó.

El enfrentamiento entre los soldados rebeldes y los leales al Gobierno en abril y mayo desembocó en violencia callejera protagonizada por bandas armadas con machetes que dejaron al menos 30 muertos y empujaron a unas 130.000 personas fuera de sus hogares. Ante la crisis, el Gobierno timorense pidió el envío de soldados extranjeros. Australia, Nueva Zelanda, Malasia y Portugal han enviado fuerzas.

PETICION DE XANANA

Los rebeldes accedieron a desarmarse tras recibir una petición formal de Gusmao y se espera que este paso sirva para crear un entorno para las conversaciones entre las partes enfrentadas. Reinado dijo que tiene más armas bajo su control que entregará en los próximos días. Preguntado sobre cómo se protegerán los ex soldados tras el desarme, dijo contundente: "el presidente es mi protección". No se sabe si el presidente ha hecho alguna promesa a cambio de las armas.

El armamento será almacenado en un gran contenedor de barco y vigilado por las fuerzas de paz australianas que tienen la única llave del candado que protege la puerta. Además de esta entrega en las afueras de Dili, se ha producido otra en una base en la montaña de los rebeldes en la localidad de Gleno. Aquí, se entregaron cinco rifles automáticos y dos pistolas, según el teniente Gustao Salsinha, coordinador en el distrito de Ermera (oeste).

El Gobierno timorense no ha hecho comentarios por el momento, mientras que el representante especial de la ONU, Sukehiro Hasegawa, consideró la entrega de las armas "el primer paso en el camino correcto".

Previamente, el comandante de las tropas australianas en Timor, brigadier Mick Slater, dijo que esperaba recibir entre 45 y 50 armas de Reinado y de otro líder rebelde, mayor Augusto de Araujo Tara, en Gleno, en los próximos días. Sin embargo, admitió que probablemente muchas más armas permanecerán ocultas en las colinas "durante muchos años".

Tras la entrega, se espera que los ex soldados permanezcan en sus recintos en Maubisse y en Gleno, donde están estacionados los soldados australianos. "Siempre y cuando permanezcan en sus zonas, recibirán plena protección de la fuerza internacional para asegurar que nadie les agrede", explicó Slater. "Esto les permitirá entrar con confianza en las negociaciones con el presidente y otros miembros del Gobierno", añadió.