El Gobierno de Zambia responde afirmando que los Tonga no aprovechan las ayudas que les proporcionan las autoridades para su desarrollo
SINAZONGWE (ZAMBIA), 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
Cincuenta años después de que los Tonga se vieran obligados a abandonar su lugar de residencia en el valle de Zambeze para marchar hasta la presa de Kariba, la comunidad se encuentra en condiciones de vida precarias, y sigue intentando echar raíces y prosperar, según la agencia de información de Naciones Unidas (IRIN), mientras el Gobierno de Zambia ha declarado que los desplazados ponen escasa voluntad por su parte para aprovechar las ayudas que se les ofrecen.
Y es que durante la pasada década se han puesto en marcha un gran número de proyectos de desarrollo para mejorar las condiciones de vida de los Tonga, expulsados por los antiguos Gobiernos de Rodesia del Norte (ahora Zambia) y de Rodesia del Sur (ahora Zimbabue), y enviados a la zona donde se encuentra ahora el lago Kariba, creado artificialmente como parte del proyecto de construcción de una de las centrales hidroeléctricas más grandes del continente.
Sin embargo, tanto los líderes de la comunidad Tonga como los expertos internacionales han coincidido a la hora de señalar que las condiciones de vida del pueblo no han mejorado. De las 250.000 personas que conforman la comunidad, la mayoría de ellos viven todavía en tres distritos del sur de Zambia, y siempre dependen de la ayuda internacional. El índice de paro es, además, elevadísimo, a pesar de las oportunidades para la pesca y el turismo que ofrece el lago artificial.
TODAVÍA EN RECUPERACIÓN
Uno de los líderes de los Tonga, el jefe David Siankusule, denunció a IRIN que las iniciativas oficiales para mejorar la calidad de vida de su pueblo han fracasado a la hora de tomar en cuenta el "trauma" que los Tonga llevan sufriendo a lo largo de los últimos 50 años.
A pesar de que Siankusule reconoció "que el Gobierno de Zambia y otros estados han realizado esfuerzos para ayudarnos", éstos "no son suficientes para marcar una diferencia real". El jefe estima que "casi 57.000 tongas han sido desplazados desde una tierra fértil cerca del Zambeze a zonas afectadas por la sequía y por la pobreza del suelo" provocando "la destrucción del modo de vida" de la comunidad.
Siankusule lamentó que "la tierra en la que han colocado" a los Tonga ya no puede cubrir las necesidades de la población y exigió compensaciones "por lo que se ha hecho, para que con el dinero se pueda reconstruir las vidas y la cultura" de los integrantes de la comunidad. "Nuestras quejas contra el Gobierno proseguirán hasta que mejore nuestro estilo de vida", anunció el líder tribal.
Al menos 23.000 personas han sido desplazadas desde el valle del Zambeze hacia tierras de escasa calidad para los cultivos agrícolas y pastos, según el estudio independiente realizado por el Instituto Federal Suizo de Ciencia Acuática y Tecnología, publicado el pasado 2006.
Los Tonga, que residían en el lado de Zimbabue recibieron comida durante su período de reasentamiento cerca de la presa, pero no han recibido compensación económica alguna. Es más: el estudio señala que el Gobierno zimbabuense ha invertido poco más de 100 dólares por persona.
Por su parte, el Gobierno de Zambia ofreció una media de 270 dólares por persona en concepto de compensación, una medida considerada "menos racista" por los Tonga, más deseosos de desplazarse al lado zambio de la frontera, de acuerdo con el informe. Sin embargo, incluso en Zambia se ha hecho bastante poco para contribuir al bienestar de la comunidad, en el exilio desde 1957, hasta la pasada década de los 90.
ESFUERZOS DEL GOBIERNO
En 1998, el Gobierno de Zambia comenzó las tareas de rehabilitación y electrificación a lo largo de la orilla del lago Kariba para reactivar la economía local de los Tonga, como parte de un proyecto iniciado por el Banco Mundial y la Corporación de Suministro Eléctrico de Zambia (ZESCO).
Ambas organizaciones han establecido además el llamado Proyecto de Rehabilitación y Desarrollo Gwembe-Tonga, con fondos del Banco para el Desarrollo del Sur de África (DBSA), una iniciativa por la que el Gobierno de Zambia construirá escuelas, clínicas, y planes para irrigación de los cultivos.
El estudio independiente suizo ha señalado que, para evitar errores pasados, la comunidad local Tonga estará involucrada en todas las fases del proyecto que, sin embargo, se ha visto continuamente retrasado por complicaciones burocráticas y el retraso en los préstamos monetarios del DBSA. Sin embargo, el mayor problema son "las enormes expectativas que despierta el proyecto en en la comundad tonga, cuyos profesionales se enfrentan, no obstante, a numerosos problemas de segregación" y que afectan a la puesta en marcha del proyecto, sehún el estudio.
Otro de los programas de ayuda es el que desarrolla la Autoridad del Río Zambeze, que administra los derechos acuíferos y el empleo de las corrientes del río y del lago Kariba. En este proyecto se han invertido 142 millones de dólares y fue considerado como uno de los primeros intentos de rescatar a la etnia Tonga de la pobreza. Se ha hecho notar sin embargo, que este proyecto no atiende concretamente a las necesidades de desarrollo de la comunidad.
SIN VOLUNTAD DE CAMBIO
Por su parte, el comisionado del distrito de Sinazongwe, Laiven Makani Apuleni, declaró a IRIN que el Gobierno de Zambia se ha mostrado favorable a cualquier solución que contribuya a enmendar el daño realizado a la comunidad Tonga por el antiguo Ejecutivo de Rodesia del Norte.
Apuleni, sin embargo, advirtió de que si los Tonga no se muestran a favor de cambiar sus tradiciones de pastoreo y agrícolas, no habrá forma de ayudar a la comunidad. Los Tonga "prefieren vivir como hacían en el pasado, aunque saben que la tierra no puede soportar" el cultivo intensivo, según el funcionario.
"Los Tonga emplean los pozos de irrigación que les construimos para beber y lavar sus manos. El lago Kariba está lleno de peces, pero los pescadores que se pueden ver en el lago no son Tonga: son de las provincias Norte y Oeste (de Zambia)", explicó el comisionado. Un ejemplo de la distancia entre las autoridades y la comunidad es el proyecto de irrigación financiado por el Gobierno y financiado por el DBSA.
"Tras acabar el proyecto, éste fue entregado a la cooperativa local de los Tonga, pero sólo han empleado el 10 por ciento de su capacidad. Si aprovecharan el máximo de sus posibilidades, la comida obtenida podría alimentar a la región entera", criticó el funcionario zambio.
El analfabetismo es otro de los problemas a los que se enfrenta la región, aunque las autoridades de Zambia creen que es un problema menor que será solventado con el tiempo. "Percibimos que en el momento en el que abracen las posibilidades que ofrece la educación, serán capaces de ver las oportunidades de las que disponen", afirmó Apuleni. "Sin embargo, muchos adultos de Tonga creen que es mejor que sus niños sepan cómo alimentar al ganado que estudiar en la escuela", lamentó el funcionario.
