Cumbre UE.- Zapatero apoya la Constitución europea y pide más esfuerzos a los países que no la han ratificado

Actualizado: viernes, 16 junio 2006 18:10

Defenderá ahora y el año que viene el texto que votaron los españoles en referéndum

BRUSELAS, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, confirmó hoy su apoyo al texto de la Constitución europea "que los españoles sometimos a referéndum" y señaló que serán los países que no la han ratificado los que tendrán que hacer el "máximo esfuerzo" para lograr una respuesta al futuro del Tratado constitucional antes del final de 2008, en un proceso en el que en junio de 2007 está previsto que la Presidencia alemana de la UE haga un informe sobre los pasos concretos a seguir.

Zapatero afirmó en rueda de prensa, después del Consejo Europeo, que "España quiere que entre en vigor el Tratado constitucional y ésa va a ser nuestra posición cuando dentro de un año se vuelva a hacer la reflexión". "España va a defender el Tratado constitucional que ratificaron los españoles, porque creemos que es un buen Tratado para Europa, para España y para los problemas de la ampliación", aseguró.

Los jefes de Estado y de Gobierno volverá a discutir sobre la Constitución en junio de 2007 y Zapatero indicó que "cuando llegue el momento, la UE tendrá que dar una respuesta política", en la que opinó que "hay que esperar el máximo esfuerzo de aquellos países que a día de hoy no han alcanzado ese umbral de ratificación".

Por el momento, consideró que "todavía es muy incipiente aproximar soluciones, vamos a dejar que transcurra el tiempo" y negó que en la reunión bilateral que mantuvo esta mañana con su homólogo italiano, Romano Prodi, hubieran tocado este tema y menos la posibilidad de simplificar el texto constitucional, según propone Roma.

Zapatero defendió que "el futuro del Tratado es el futuro de la apuesta por Europa" y recordó a que a día de hoy ya lo han ratificado 15 Estados miembros y otros lo harán previsiblemente antes de la cita de junio de 2007, entre ellos Finlandia durante la segunda mitad de este año.

AMPLIACIÓN

El debate sobre el futuro de la Constitución fue, junto con la inmigración, el punto principal del Consejo Europeo que concluyó hoy en Bruselas y que se mezcló con las discusiones entre los jefes de Estado y Gobierno sobre las futuras ampliaciones de la UE y el abstracto concepto de su "capacidad de absorción" para dar entrada a nuevos socios. A este respecto, el presidente español insistió en que "cuanto antes tengamos el Tratado constitucional, más fácil será la respuesta al proceso de ampliación".

Por lo que respecta a la capacidad de absorción, Zapatero negó que éste sea ni un "criterio" ni un "tamiz" para determinar futuras adhesiones, aunque admitió que "el Consejo europeo ha estimado conveniente que se produzca una evaluación del ritmo de la capacidad de absorción o asimilación de los países que tenemos en perspectiva para el buen funcionamiento de la UE".

No obstante, rechazó la idea de que los Estados miembros tengan que celebrar un referéndum para aprobar la entrada de cada nuevo país que se adhiera a la UE y dejó claro que a su juicio no debe interpretarse así el texto de conclusiones aprobado en la Cumbre.

Por otra parte, Zapatero se situó como un defensor de los procesos de ampliación de la UE, tanto de la última y mayor de su historia -el 1 de mayo de 2004, con la entrada de 10 nuevos países-- como la que se produjo hace 20 años con la adhesión de España y Portugal.

El presidente combinó la ampliación y la capacidad de absorción señalando que "los valores de la UE son que las puertas están abiertas a aquellos que quieran compartir nuestros valores y cumplan los requisitos que hemos establecido en un acervo comunitario". Por su parte, constató la "obligación de la UE a adaptarse a lo que representa el crecimiento de la UE, que es positivo para todos como han demostrado todas las ampliaciones, desde la que nos afectó a nosotros".

Consideró que "Europa necesita crecer políticamente, abrirse y no replegarse en sí misma" y aseguró que la evaluación de la última ampliación de la UE "no puede ser sino muy positiva". Agregó también como aspecto positivo que la expectativa de la entrada en la UE hace que los países "mejoren sus prácticas políticas y sus condiciones económicas".