Los demócratas tratarán de tumbar la nueva estrategia de Bush para Irak por la vía económica

Actualizado: viernes, 12 enero 2007 1:01


WASHINGTON/MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente estadounidense, George Bush, y su Administración se han quedado solos con la nueva estrategia de Washington para sacar a Irak del estancamiento violento en el que se halla. El Partido Demócrata, mayoritario actualmente tanto en el Senado como en el Congreso ya estudia como hacer descarrilar su plan de enviar a 21.500 nuevos soldados al país mesopotámico y lo hará en los raíles que más duelen, en el tramo económico, bloqueando los fondos que permitan llevarlo a cabo. También los ciudadanos se muestran mayoritariamente en contra de Bush, toda vez que el 61% rechaza su nueva estrategia, según una encuesta realizada por el diario 'The Washington Post' y 'ABC News'.

Los senadores demócratas se plantean dos vías para tumbar el 'Plan Bush' para Irak. Según revelaron fuentes del partido a 'The Washington Post' la primera parte de su estrategia sería bloquear cualquier intento de dotar la iniciativa con esos 6.800 millones de dólares que reclamó ayer Bush. Al mismo tiempo, los demócratas exploraran a los sectores republicanos contrarios a la propuesta de la Casa Blanca para aprobar una resolución en contra del plan de la Administración Bush, posiblemente la semana que viene.

Según el rotativo estadounidense, el plan de los demócratas es sólo un primer paso en la presión que ejercerán sobre el presidente para que comience a retirar las tropas de Irak y traspase responsabilidades al débil Gobierno iraquí. Sin embargo, apunta que algunos veteranos demócratas tienen miedo de que esa presión conlleve el mismo riesgo político y la misma mala prensa que se creó el partido cuando, hace 30 años, forzó a poner fin a la guerra de Vietnam.

De momento, los demócratas se sienten respaldados por la sociedad estadounidense, que mayoritariamente se opone al 'Plan Bush', según una encuesta realizada por 'The Washington Post' y 'ABC News'. El estudio se llevó a cabo justo después del discurso de George Bush en 'prime time' y representa una bofetada popular para el presidente y su Gabinete: el 61% de los estadounidenses rechazó la nueva estrategia de la Casa Blanca y, de ellos, el 52% descartó de plano el envío de más de 20.000 soldados a la región para tratar de estabilizar el país.

INCREMENTO DE LAS TROPAS

Mientras los demócratas planean asediar al presidente en el Congreso y en el Senado y la ciudadanía muestra su hartazgo con la guerra de Irak, la Casa Blanca no ceja en su empeño de continuar con su particular 'guerra contra el terror'. El nuevo secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, anunció que para continuar con la ofensiva a los terroristas internacionales en todo el mundo, EE.UU. necesitará 92.000 efectivos tanto en el Ejército como en el Cuerpo de Marines.

Dicho incremento supondrá elevar hasta casi 750.000 soldados el cómputo global de las Fuerzas Armadas estadounidenses, que actualmente cuentan con 512.000 efectivos en el Ejército y 180.000 en el Cuerpo de Marines. Para ello se harían permanentes 30.000 soldados que en estos momentos son temporales en el Ejército y 5.000 en los Marines. Gates explicó que, si bien todavía será necesario tiempo para preparar todas esas tropas, sería positivo para los actuales miembros saber que hay refuerzos formándose, lo que, según consideró, reducirá los niveles de estrés que padecen los soldados y marines desplegados en Irak.