La derecha de Sarkozy podría cosechar una nueva derrota en las municipales de hoy

Reuters
Actualizado: domingo, 16 marzo 2008 1:01


PARIS, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

La segunda vuelta de las elecciones municipales francesas que se celebran hoy domingo se anuncia difícil para la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido liderado por el presidente Nicolas Sarkozy, que parte claramente en desventaja y podría perder algunos de sus principales bastiones.

El resultado de Marsella, la segunda ciudad francesa, y Toulouse, la cuarta, será clave para medir el voto de castigo al presidente galo, que ya recibió en la primera vuelta de los comicios celebrada el pasado 9 de marzo una clara advertencia.

Los datos de los últimos sondeos publicados ayer por la prensa gala no auguran un buen resultado para la derecha, al vaticinar que la UMP podría perder una treintena de ciudades de más de 20.000 habitantes.

Mientras, la izquierda, que gobierna ya en veinte de ventidós regiones y tiene París, Lyon y Lille podría hacerse con cinco o seis departamentos más, según el estudio realizado por CSA para 'Le Parisien'. El sondeo da un 46% de voto a la izquierda y un 33% a la derecha.

Una derrota de este calibre reduciría, según los analistas, el margen de maniobra del jefe del Estado, que parece decidido a realizar la próxima semana unos ligeros "ajustes" en su equipo más cercano y posiblemente en el Gobierno liderado por François Fillon, un primer ministro que se ha implicado desde el primer día en una peculiar campaña electoral, marcada por el mutismo de Sarkozy y el temor de la derecha a ser arrastrada por la tendencia bajista de la popularidad del presidente.

Según la televisión BFM, el Gobierno será remodelado antes del próximo miércoles, pero prácticamente todos los ministros seguirán en sus puestos, dado que la mayoría han tenido un buen resultado electoral. Por el contrario, se redistribuirán las secretarías de Estado y podrían crearse algunas nuevas relacionadas con la reforma de la administración territorial del Estado, las nuevas tecnologías o un alto comisariado para el llamado 'gran París'.

"Va a ser duro", admite un diputado próximo a Sarkozy. "¿El domingo está en el bosillo? Yo digo que no", confesaba el secretario general de la UMP, Patrick Devedijan, cuya estrategia de acercamiento al MoDem, el partido centrista de François Bayrou, clave para la formación de las alianzas, ha sido duramente criticada por el propio Sarkozy.

De hecho, la posición del partido centrista, que rechazó un acuerdo nacional con la UMP y ha fraguado pactos indistintamente a izquierda y derecha en función de la localidad, ha sembrado una confusión generalizada, empezando por los propios militantes.

En Marsella, Lille, Montpellier, Chartres, Poissy, Aubagne, Melun y Sèvres, el MoDem apoyará las lista de la izquierda, mientras que en Toulouse, Metz, Périgueux, Nevers, Colombes y Saint-Maur-des-Fossés, se presenta con la derecha. El MoDem mantiene su candidatura en solitario en Pau, donde Bayrou es el cabeza de lista para la alcaldía, así como en varios distritos de París, en Nancy, Saint-Etienne y Saint-Nazaire.

Pero habida cuenta de su dimensión simbólica, hoy todas las miradas se dirigirán a Marsella y Toulouse. En la primera, el actual alcalde y auténtico barón de la UMP, Jean-Claude Gaudin, podría conservar el puesto con un 51% de los votos frente al socialista Jean-Michel Guérini, que lograría el 49%, según el sondeo de TNS Sofres elaborado para 'Le Figaro'.

En la segunda, la intención de voto mostrada por la encuesta augura un empate entre el candidato socialisa apoyado por Verdes y comunistas, Pierre Cohen, y el de la UMP arropado por el MoDem, Jean-Luc Mouden.

ABSTENCIÓN

La clave de los comicios residirá pues en buena medida en la abstención, que en la primera vuelta alcanzó un 33%, de ahí el llamamiento realizado por el propio Sarkozy para que los franceses acudan a votar y la intensa actividad de François Fillon en las provincias.

Fillon ha reconocido que existe una especie de "decepción" o en todo caso una "desmovilización" de parte del electorado de la UMP y ayer su último mensaje estuvo dirigido a los abstencionistas, para que "no se arrepientan" durante seis años de no haber ido a votar, y a la izquierda a la que acusó de "sectarismo".

El Partido Socialista, por su parte, espera salir victorioso de la segunda vuelta pero no prevé una 'marea' como la de las regionales de 2004. Los expertos electorales del PS calculan que 133 de las 400 ciudades de más de 20.000 habitantes podrían caer del lado de la izquierda, y de ellas, 95 en manos socialistas.