MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
El destacado yihadista Amadou Koufa, jefe de una de las ramas del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, ha hecho este viernes un llamamiento para que los milicianos del grupo no ataquen a civiles en el marco de sus operaciones.
"Salvad a las mujeres, a los niños, a los ancianos. A todos los civiles. Si alguien comete un mal, decidle que pare. Si persiste, no le matéis, informadnos", reclama en una grabación publicada durante la jornada.
Así, ha recalcado que "el castigo debe ser individual y no colectivo" y ha agregado que "si hay que matar a un hombre porque ha actuado mal, no hay que hacerlo en presencia de su esposa y sus hijos", según ha recogido el portal local de noticias Maliactu.
Koufa ha criticado además el ataque contra una iglesia en Níger en el mes de mayo. "No nos reconocemos en esa ideología. No ataquéis lugares de culto, sean iglesias o mezquitas", ha manifestado.
El destacado yihadista reapareció en marzo, después de que las autoridades malienses anunciaran su muerte en noviembre de 2018. En una entrevista publicada por el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, Koufa se burló de los gobiernos de Malí y Francia.
El portavoz del Ejército maliense, Diarran Koné, confirmó el 24 de noviembre la muerte de Koufa, después de que las Fuerzas Armadas francesas informaran de una operación en la que quedaron "fuera de combate" una treintena de milicianos islamistas en el centro de Malí.
Tras la operación, el Ejército de Francia manifestó que entre las víctimas estaba "probablemente" Koufa, líder del Frente de Liberación de Macina, uno de los grupos integrados en la rama de Al Qaeda en Malí.
La coalición yihadista surgió en marzo de 2017 a raíz de la unión bajo la égida de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) de los grupos Ansar Dine, el Frente de Liberación de Macina y Al Murabitún, este último encabezado por el destacado yihadista argelino Mojtar Belmojtar.
Koufa era uno de los principales lugartenientes de Iyad ag Ghali, líder del JNIM, un grupo responsable de numerosos ataques a militares y civiles en Malí y Burkina Faso.
El norte de Malí es una región convulsa con presencia de tropas francesas desde la revuelta tuareg de 2013, que rápidamente fue secuestrada por grupos yihadistas, lo que provocó la intervención militar de París en su antigua colonia.
La inestabilidad se ha extendido en los últimos meses hacia la zona centro del país, sacudida además por un incremento de los enfrentamientos intercomunitarios.
