EEUU.- Bush y su esposa rinden homenaje a Gerald Ford en el Capitolio

Actualizado: lunes, 1 enero 2007 23:33

WASHINGTON, 1 Ene. (EP/AP) -

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y la primera dam, Laura Bush, rindieron hoy homenaje a Gerald R. Ford, uniéndose a los millares de norteamericanos que han dado su último adiós al ex presidente.

A media tarde, la pareja presidencial se detuvo frente al ataúd de Ford, envuelto en la bandera de Estados Unidos. Ambos permanecieron en el lugar durante algunos minutos, con la cabeza inclinada. Bush, que se encontraba de vacaciones en su vivienda de Crawford, Texas, interrumpió sus días de descanso para rendir homenaje a Ford, que falleció a los 93 años de edad.

Antes de la llegada de Bush y de su esposa, la representante Nancy Pelosi, que esta semana se convertirá en la primera presidenta de la Cámara Baja, presentó sus últimos respetos a Ford. También el ex presidente Bill Clinton y su esposa, la senadora Hillary Rodham Clinton, visitaron el Capitolio para rendir homenaje al ex presidente.

Muchos visitantes dijeron recordar el perdón dado por Ford a su predecesor Richard M. Nixon al pasar junto al féretro y su guardia de honor en la misma habitación que el mandatario solía atravesar cuando fue miembro del Congreso.

Varias personas dijeron recordar el momento más difícil de la presidencia de Ford, como el perdón que dio en septiembre de 1974 a Nixon por los crímenes relacionados con el escándalo Watergate, un mes después de que Nixon renunciara en respuesta al allanamiento de la sede del Partido Demócrata por funcionarios de su Gobierno, convirtiendo a su vicepresidente Ford en el primer jefe de Estado no electo en Washington.

Ford buscó nuevamente la presidencia en 1976 y perdió ante el demócrata Jimmy Carter. Muchos analistas consideran que el perdón a Nixon fue un factor determinante en su derrota.

Los restos de Ford permanecerán expuestos al público un día más. Su servicio fúnebre se llevará a cabo mañana martes, en la Catedral Nacional de Washington. Al día siguiente será enterrado en una tumba en la ladera de la montaña cerca de su museo presidencial en Grand Rapids, Michigan, la ciudad a la que representó en el Congreso durante un cuarto de siglo.