MADRID 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estados Unidos se ha mostrado este martes "horrorizado" por "los terribles informes sobre el asesinato de cientos de sirios" en la localidad de Jedeidet al Fadel, ubicada en los alrededores de la capital, Damasco.
"La violencia por parte del régimen contra los civiles mientras (el presidente sirio, Bashar) Al Assad sigue aferrándose al poder. No podemos perder de vista a los hombres, mujeres y niños cuyas vidas están siendo brutalmente segadas", ha dicho el portavoz del Departamento de Estado Patrick Ventrell.
"Reforzamos nuestra solidaridad con el pueblo sirio y condenamos firmemente esta masacre. Como hemos dicho muchas veces, todos los actores responsables en Siria deberían protestar contra las ejecuciones, y los responsables de estos crímenes atroces deben ser juzgados por ello", ha agregado.
Preguntado sobre la ausencia de una ayuda más directa a la oposición siria, al margen de la no letal, para poner fin a estas masacres denunciadas por Washington, Ventrell ha recalcado que Estados Unidos "está haciendo mucho".
"El secretario de Estado (John Kerry) estuvo en Estambul el fin de semana. Fue una oportunidad importante para reunirse no solo con aliados, sino con la oposición siria. En el encuentro se presentaron documentos y declaraciones importantes, entre ellas el rechazo de la oposición al extremismo y su compromiso a la protección de las minorías", ha dicho.
"No solo hemos entregado 250 millones de dólares (unos 192,3 millones de euros) en ayuda no letal y 409 millones de dólares (alrededor de 314,6 millones de euros) en ayuda humanitaria, el objetivo real es alcanzar los mil millones de dólares (sobre 769,3 millones de euros) para apoyar a la oposición para conseguir cambiar los cálculos del régimen (...) y avanzar en un proceso político lo antes posible", ha manifestado Ventrell.
Respecto a los pocos avances en este sentido tras más de dos años de conflicto, el portavoz del Departamento de Estado ha resaltado que el apoyo de Washington "es importante", si bien ha apuntado que "el mismo llega en el contexto de un esfuerzo unificado".
"Nuestros esfuerzos están destinados a cambiar los cálculos sobre el terreno, y esto implica un aumento de la ayuda, no solo por nuestra parte, sino también por parte de otros países", ha explicado. "Estamos constantemente examinando qué más podemos hacer para ayudar", ha valorado.
El lunes, los Comités de Coordinación Locales (CCL), uno de los grupos opositores más influyentes en el interior de Siria, cifraron en 350 el número de muertos en Jedeidet al Fadel y acusaron a las fuerzas gubernamentales de la masacre.
Los CCL apuntaron que "pese a la retirada del Ejército Libre Sirio (ELS) de la zona para salvar vidas civiles tras sus enfrentamientos con el Ejército, el régimen movilizó a gran parte de la Cuarta División, la Guardia Republicana, a miembros del partido-milicia libanés Hezbolá y de la 'sabiha' --milicia progubernamental-- desde las barracas de Somarieh para entrar en la ciudad y atacar a los civiles".
Asimismo, agregaron que "las fuerzas del régimen lanzaron también una masiva campaña de arrestos que afectó a un gran número de personas que estaban intentando enterrar a los mártires de la masacre". "La campaña sigue en marcha en la región en el marco del bloqueo informativo", manifestaron.
De momento, los medios estatales no han dado ningún balance de muertos, aunque sí han confirmado la participación del Ejército en los combates de Jedeidet al Fadel, en los cuales ha habido un número indeterminado de muertos y heridos y que ha permitido liberar al suburbio de los "grupos terroristas criminales".
A pesar de que la localidad se encuentra a pocos kilómetros de Damasco, ningún periodista o miembro de ONG ha logrado entrar al lugar debido a las restricciones impuestas por el Gobierno, por lo que la cifra de víctimas no ha podido ser verificada de forma independiente.