BEIRUT, 2 Abr. (EP/AP) -
La presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, rebajó hoy las críticas desde la Casa Blanca por su próxima visita a Siria y subrayó su "gran esperanza" de poder relanzar las relaciones bilaterales entre Washington y Damasco. Pelosi aseguró que es una buena idea el "establecer hechos con el objetivo de poder construir la confianza" entre Estados Unidos y Siria. "No tenemos ilusiones, pero tenemos gran esperanza", aseguró la presidenta de la Cámara Baja.
Pelosi, hizo hincapié desde Beirut en el hecho de que la Administración del presidente estadounidense, George W. Bush, destacara su visita a Siria e ignorara la que realizaron otros miembros del Congreso. "Creo que es interesante porque tres de nuestros colegas (congresistas), que son todos republicanos, estuvieron ayer en Siria y no escuché a la Casa Blanca hablar de ello", subrayó la demócrata en alusión a la entrevista que ayer mantuvieron los congresistas Frank Wolf, Joe Pitts y Robert Aderholt con el presidente sirio, Bachar el Assad, en Damasco.
"Creo que fue una excelente idea que fueran", aseguró Pelosi, quien tiene previsto reunirse con los mandatarios sirios el próximo miércoles. "Creo que es una excelente idea que nosotros también vayamos", incidió.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, subrayó hoy de nuevo la objeción de la Administración Bush a todas las visitas a Siria de estadounidenses. "Le pedimos a la gente que no haga estos viajes", explicó Perino. "Lo desaconsejamos y punto", zanjó, después de que la semana pasada tachara de "mala idea" la visita de Pelosi a Damasco.
Pelosi, quien encabeza una delegación de congresistas de gira por Oriente Próximo, explicó en rueda de prensa en Beirut su intención de abordar con las autoridades sirias la situación en Irak, así como su papel en la lucha contra el terrorismo, además de su apoyo brindado a milicias tales como la libanesa chií Hezbolá o la palestina Hamás, además de su influencia en Líbano.
En Beirut, Pelosi aprovechó su visita para reunirse con el líder de la mayoría parlamentaria Saad Hariri, hijo del asesinado ex primer ministro Rafik Hariri, a quien Pelosi rindió tributo a su llegada a la capital libanesa, así como mantuvo sendas entrevistas con el primer ministro, Fuad Siniora, y el presidente del Parlamento y líder del partido chií Amal, Nabih Berri, en un intento por desatascar la crisis política que vive Líbano desde que el pasado noviembre los ministros de Hezbolá y de Amal dimitieran del Ejecutivo.
