EL CAIRO, 11 Ago. (EP/AP) -
Egipto advirtió ayer a Israel de que no está obligado a acoger a los refugiados africanos que logran entrar en territorio israelí y defendió el uso de la fuerza para frenar el cruce ilegal de la frontera.
Esta advertencia se produce después de que el capitán de la Policía de Sinaí, Mohammed Badr, anunciara también ayer la detención de once ciudadanos sudaneses cerca de la frontera --cuatro parejas, una mujer embarazada y dos menores--.
Los refugiados detenidos indicaron durante su interrogatorio que pagaron varios cientos de dólares por persona a beduinos egipcios para que les ayudaran a llegar a Israel, informó Badr. Los detenidos, procedentes del norte de Sudán serán deportados a su país de origen.
El pasado mes de julio, Israel solicitó a Egipto que incrementara la vigilancia en la frontera y que acogiera a algunos de los miles de personas que habían cruzado la frontera. Por otra parte, los medios israelíes criticaron recientemente a la Policía egipcia en referencia a un caso en el que supuestamente las autoridades dispararon y golpearon a varios refugiados sudaneses, ante la vista de soldados israelíes horrorizados por lo que estaban viendo.
"Si aquellos que cruzan no escuchan las órdenes de las autoridades para detenerse, entonces las autoridades se ven forzadas a actuar de manera que aseguren el respeto de la ley", indicó el Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio a través de un comunicado. En la misma nota, puntualizó que tanto las leyes nacionales como internacionales permiten el uso de la fuerza para detener el tráfico ilegal de personas en las fronteras.
El comunicado también advierte de que Egipto no está bajo la obligación de ayudar a Israel con el flujo de refugiados aceptando readmitir a ninguno de los africanos u otras nacionalidades que llegan a Israel.
"Egipto ha informado a Israel de que no está obligado a recibir a ningún ciudadano no egipcio que cruce ilegalmente la frontera con Israel", explica el comunicado.
