ANKARA 4 Mar. (Reuters/EP) -
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha arremetido este lunes contra la prensa turca por la cobertura informativa del proceso de paz con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y ha reclamado a periodistas y medios que se autocensuren por amor a la nación cuando informen sobre este proceso.
En un tenso discurso pronunciado este fin de semana, Erdogan ha condenado la publicación de un artículo del diario 'Milliyet' que revela la transcripción de una reunión del líder del PKK, Abdulá Ocalan, y varios políticos kurdos.
La transcripción de ese diálogo, confirmada por una de las partes en la conversación, revela las supuestas frustraciones de Ocalan por el frágil proceso de paz e incluye un aviso al Gobierno para que no intente imponer su ritmo en el proceso de paz con el PKK.
"Si vais a desarrollar este tipo de periodismo, no necesitamos vuestro periodismo. Queremos un servicio a la nación. Cualquiera que está trabajando para sabotear este proceso va en mi contra, en contra de mis amigos y del Gobierno", ha proclamado Erdogan. "Si tenéis un ápice de amor por este país, por esta nación, no podéis escribir un artículo de este tipo", ha subrayado.
No es la primera ocasión en la que el jefe del Gobierno turco arremete contra la prensa en una país que, según las organizaciones de Derechos Humanos, tiene uno de los peores balances en el respeto a la libertad de prensa.
"Los periódicos y las cadenas de televisión no son corporaciones vinculadas al Gobierno. Los periodistas no son funcionarios públicos o altos cargos del primer ministro", ha afirmado el presidente de la Asociación de Periodistas Progresistas, Ahmed Abakay, en un comunicado.
"En los países en los que hay democracia, los primeros ministro no pueden interferir en la libertad de expresión y en el derecho de los medios y la gente de acceder a la información", ha recalcado. Naciones Unidas, países occidentales y organizaciones de regulación de prensa han criticado reiteradamente a Turquía por su pobre balance en materia de respeto a la libertad de prensa, con datos como un elevado número de informadores en prisión, más que en ningún otro país del mundo.
Los periodistas turcos se han quejado de la presión que ejerce sobre ellos el Gobierno para que se autocensuren y muchos de ellos han sido despedidos u obligados a dimitir por las opiniones que han defendido en los medios de comunicación.