MADRID, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
España ha lamentado este lunes el veto de Rusia y China al borrador de resolución que había impulsado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, junto a Egipto y Nueva Zelanda, para lograr una tregua humanitaria en Alepo, y ha reclamado a la comunidad internacional una solución a la "crítica situación" en la ciudad siria.
"El Gobierno de España lamenta profundamente que, en la votación producida hoy, y como consecuencia de los votos negativos emitidos por Rusa y China, el Consejo de Seguridad no haya adoptado el proyecto de resolución sobre la situación humanitaria en Siria", ha dicho el Ministerio Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha explicado en un comunicado que con este "dossier humanitario sirio" los tres países autores "buscaban que el Consejo de Seguridad asumiese su responsabilidad conforme a lo establecido en la Carta de Naciones Unidas".
"El proyecto perseguía varios objetivos concretos", ha indicado. "El primero y más importante, frenar los ataques en Alepo durante un mínimo de siete días para que Naciones Unidas pudieran hacer llegar ayuda humanitaria a la población civil. Asimismo, abría la puerta a un eventual cese de hostilidades en toda Siria, ha señalado.
España ha subrayado que, al igual que Egipto y Nueva Zelanda, "no ha escatimado esfuerzos para llegar a un acuerdo, trabajando intensamente con todos los miembros del Consejo de Seguridad para incorporar los distintos puntos de vista y así alcanzar un texto que sirviera de base al compromiso de todos los miembros del Consejo".
A pesar del fracaso del borrador, contra el que también ha votado Venezuela, el Gobierno español ha reiterado su compromiso con el "dossier humanitario sirio" y ha insistido en su llamamiento a la comunidad internacional "para que continúe trabajando en la búsqueda de una solución que alivie la crítica situación en Alepo".
Este proyecto de resolución llega justo en un momento en el que las fuerzas leales al Gobierno sirio han intensificado sus ataques sobre los barrios de la ciudad controlados por los rebeldes, a los que ha arrebatado buena parte del territorio que controlaban en el este de Alepo, provocando con ello un éxodo de la población civil.
