"Hemos pasado una semana con mucha hambre, era muy difícil hasta pedir agua, nos pusieron en celdas separadas y no podíamos hablar"
MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -
Dos de los jóvenes portugueses, detenidos junto a dos españoles en Letonia el pasado 16 de mayo por descolgar y llevarse presuntamente unas banderas letonas, llegaron hoy al aeropuerto de Madrid-Barajas, mientras que los jóvenes españoles siguen en una cárcel del país báltico. La Fiscalía de Letonia les acusa de robo en grupo y ultraje a la bandera letona, delitos que en este país están penados con hasta seis años de cárcel respectivamente.
Nuno Miguel Luis, uno de los portugueses puestos en libertad, denunció en declaraciones a los medios, que durante su detención no pudieron contactar "ni con la familia, ni con los embajadores de España y Portugal, ni con su abogado" y explicó que tras pasar cinco días en prisión su abogado llegó a un pacto con las autoridades letonas para liberarlos y retirar los cargos, ya que del grupo estos dos jóvenes no habían tenido contacto físico con las banderas.
"Lo que pasó fue que sí que cogimos unas banderas de unas farolas para llevárnoslas como recuerdo, pero la persona que llamó a la Policía nos acusó de profanación de la bandera y dijo que las pisoteábamos, las rompíamos e incluso, las tirábamos al río", señaló Miguel.
Según este joven, cuando la Policía les detuvo, estaban en un puente porque "había que atravesarlo para llegar a casa de unos amigos, pero los agentes lo malinterpretaron y por eso nos acusaron de profanar la bandera", añadió.
Miguel confirmó que el joven español Miguel Ángel López Beltrán fue al tribunal para apelar la decisión de prisión preventiva y dicha apelación fue aceptada. "Se va a quedar en la cárcel hasta el juicio, que se celebrará quizás en dos semanas más", informó. Mientras, el otro español que continúa en prisión, Edén Galván Suárez, apelará también por lo que permanecerá detenido hasta la decisión de dicho tribunal.
PREOCUPACIÓN POR SU ESTADO
Por otro lado, Miguel expresó su preocupación por los españoles y portugueses encarcelados porque, durante su estancia en la cárcel, la comida no era suficiente, incluso, después de pasar por un período de cuarentena, los mismos médicos de la prisión les aconsejaron "tener dinero en la cuenta" para comer.
"Hemos pasado una semana con mucha hambre. En la prisión nos pusieron en celdas separadas, no nos dejaban hacer llamadas, ni conseguíamos comunicarnos porque no hablaban inglés, y además, también nos acusaron de llamar a abogados. Nos decían que no habláramos. Era muy difícil hasta pedir un poco de agua", añadió Miguel.
"COLECCIONAN BANDERAS"
Miguel Ángel Martínez, uno de los amigos que acudió esta mañana al aeropuerto a recibirles, explicó a Europa Press Televisión momentos antes de su llegada que los jóvenes estudiantes, que se encontraban de turismo, "salieron por ahí y cogieron un par de banderines pequeñitos, porque coleccionan banderas de toda Europa y les faltaba la bandera letona".
Según relató este joven, fue entonces cuando llegó la Policía y al verlos con los banderines los encarcelaron. "Ellos dijeron que habían sido dos de ellos, pero detuvieron a los siete", apuntó.
