TRÍPOLI 19 May. (Reuters/EP) -
El grupo terrorista Estado Islámico ha reivindicado la responsabilidad de dos ataques perpetrados por suicidas contra brigadas libias leales al Gobierno de unidad nacional en el marco de unos enfrentamientos cerca de la ciudad de Sirte, bastión de los yihadistas.
Las brigadas han informado de que 32 personas murieron y 50 resultaron heridas mientras intentaban detener el avance de los milicianos. La operación ha supuesto para las brigadas, en las que Occidente confía para detener a los yihadistas, su mayor fracaso en los últimos meses.
Estado Islámico, que aprovechó la inestabilidad política y el vacío de seguridad en Libia para hacerse con Sirte en 2015, controla 250 kilómetros de costa.
El grupo yihadista ha informado en un comunicado de que un miliciano sudanés condujo un coche bomba por la carretera que une Bani Walid con Sirte y lo hizo estallar frente a efectivos de las brigadas libias. El segundo coche bomba se dirigió a Buayrat Al Hasun, unos 90 kilómetros al oeste de Sirte, donde tuvo lugar el segundo ataque, según el comunicado, que recoge que 26 "apóstatas" fueron asesinados y 30 se encuentran heridos.
El enfrentamiento se produjo después de que los milicianos arrasaran el pueblo de Abu Grain, que se encuentra a 140 kilómetros de Sirte, así como diversas localidades. El 5 de mayo, los yihadistas efectuaron ataques suicidas contra varios puestos de control.
El Gobierno de unidad libio, por su parte, dispuso entonces una sala de operaciones en Misrata, desde la cual se anunció una nueva campaña para recuperar Sirte.
El Gobierno de unidad llegó a Trípoli en marzo con el objetivo de establecer su autoridad en el país, y ha sido apoyado por las brigadas militares de Misrata, que también poseen una fuerte presencia en la capital. Sin embargo, el nuevo Gobierno aún no ha conseguido el apoyo oficial de las facciones políticas y militares del este del país.