Estela de Carlotto afirma que se verá con su nieto "cuando él decida"

Actualizado: martes, 7 julio 2015 6:18

BUENOS AIRES, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, ha afirmado este miércoles que no ha concretado por el momento ningún encuentro con su recién recuperado nieto y ha aclarado que este primer contacto se producirá "cuándo él decida".

Un día después de que De Carlotto anunciase públicamente que había localizado a su nieto Guido --llamado ahora Ignacio Hurban--, la titular de las Abuelas de la Plaza de Mayo ha vuelto a hablar ante los medios a las puertas de su casa en La Plata.

"Casi no dormí. Me levanté plena. Hoy es un día de gloria", ha declarado De Carlotto, visiblemente emocionada por recuperar al nieto perdido hace 36 años. Así, ha contado cómo se puso a "gritar" y "llorar" cuándo la jueza María Servini le comunicó que habían encontrado al bebé que la dictadura le había arrebatado.

"Me parecía que estaba en otro mundo, todavía estoy como soñando", ha añadido De Carlotto, "expectante" ante el reencuentro con su nieto. Sin embargo, todavía no hay fecha para esta reunión y la dirigente de las Abuelas ha subrayado que será "cuándo él decida".

RECONSTRUIR LA HISTORIA

El nieto de la responsable de las Abuelas de la Plaza de Mayo nació durante el cautiverio de su madre en el centro 'La Cacha', el 26 de junio de 1978. Estas instalaciones funcionaron entre los años 1976 y 1978 como maternidad clandestina para detenidas.

Pocas horas después del nacimiento de Guido, el régimen le asignó otra identidad y posteriormente ejecutó a su madre, militante en la Juventud Universitaria Peronista.

Ahora, De Carlotto intentarán reconstruir una historia que, por el momento, es una "incógnita". En este sentido, no saben cómo Guido pudo llegar a la localidad de Olavarría, donde creció hasta convertirse en un pianista.

"Sabemos que es gente que vive en el campo, que se lo llevó alguien de acá de La Plata, porque no podía tener hijos esa señora", ha explicado, antes de aclarar que la familia adoptiva probablemente era "gente muy buena" que no tenía por qué conocer el origen del bebé.