TALLIN, 2 May. (EP/AP) -
Las tensas relaciones entre Estonia y Rusia se han enquistado aún más este martes cuando el ministro de Asuntos Exteriores del país báltico, Urmas Paet, canceló una reunión con legisladores de Moscú, alegando que éstos han contribuido a extender mentiras sobre la polémica de la retirada de un monumento soviético de Tallin.
La visita de dos días programada por una delegación de la Duma rusa tenía como fin desactivar la disputa diplomática entre los dos países por la retirada de la estatua del Soldado de bronce del centro de Tallin.
Sin embargo, la iniciativa ha desembocado en un aumento de la tensión. "No me encontraré con una delegación que extiende sólo mentiras en torno a los acontecimientos en Estonia y cuyo objetivo no es la representación exacta de la situación", dijo el ministro de Asuntos Exteriores estonio.
La capital de Estonia fue escenario la semana pasada de choques violentos entre la Policía antidisturbios y manifestantes pro rusos, que mostraron su enfado por la decisión del Gobierno de retirar la estatua que honra a los soldados soviéticos caídos en la II Guerra Mundial. Muchos estonios consideran el monumento un recordatorio de las cinco décadas de ocupación soviética.
La semana pasada, durante los disturbios, murió un hombre apuñalado, más de 150 personas resultaron heridas y otras 1.100 fueron detenidas.
