NAIROBI, 16 Sep. (Reuters/EP) -
El Ministerio de Exteriores de Etiopía ha anunciado este martes que alrededor de 800 rebeldes etíopes han abandonado su base en Eritrea y se han entregado a las autoridades, deponiendo las armas.
Los rebeldes pertenecen al Movimiento Democrático del Pueblo Tigray (TPDM), que lanzó operaciones de insurgencia hace catorce años con el objetivo de establecer un Gobierno popular democrático en Adis Abeba.
Entre los rebeldes que se han entregado figura el líder del grupo, Mola Asgedom, quien ha asegurado que "llegó a la conclusión de que la lucha armada no tenía sentido", tal y como ha recogido la cadena estatal EBC.
Las autoridades etíopes han descrito en numerosas ocasiones al grupo como "marionetas" bajo las órdenes de Eritrea, su principal enemigo regional, con el que mantiene una larga disputa territorial.
Eritrea y Etiopía se acusan frecuentemente de respaldar a los grupos rebeldes presentes en ambos países, legado de la guerra que les enfrentó durante dos años en los noventa.