MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, ha vuelto a defender este jueves la ofensiva militar lanzada en noviembre contra el Frente para la Liberación Popular de Tigray (TPLF) y ha pedido apoyo internacional para entregar ayuda humanitaria en Tigray (norte), ante las preocupaciones por el deterioro de la situación en esta zona del país.
Abiy ha publicado un comunicado titulado 'Hacia un orden pacífico en el Cuerno de África' en el que ha recalcado que la ofensiva "liberó al pueblo tigray de décadas de mal gobierno por parte del TPLF" y "ha generado nuevas esperanzas", si bien ha reconocido también "ansiedades" sobre el futuro del país.
"Las esperanzas derivan de la eliminación, para bien, del corrupto y dictatorial TPLF", ha sostenido, antes de defender que "los etíopes pueden ahora imaginar un futuro sin chovinismo étnico y con libertad, igualdad, libertad y democracia".
Así, ha defendido que "ningún Gobierno puede tolerar que sus soldados y civiles inocentes sean emboscados y asesinados a decenas, como pasó a manos del TPLF en otoño", en referencia al ataque del grupo, que entonces gobernaba en Tigray, contra una base del Ejército en la capital regional, Mekelle.
Abiy ha criticado que "algunos estuvieran dispuestos a hacer la vista gorda ante las torturas, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales por parte del TPLF" y que se argumentara que "sin el TPLF Etiopía se arriesgaba a fragmentarse en líneas étnicas, como Yugoslavia en los noventa".
El primer ministro ha reconocido que la ofensiva "ha generado inquietud en la comunidad internacional" por las "preocupaciones sobre ataques con motivos étnicos en Tigray y los obstáculos a la entrega de ayuda humanitaria". "Mi Gobierno está decidido a hacer frente y mitigar esas preocupaciones", ha argüido.
"Poner fin al sufrimiento en Tigray y el resto del país es mi mayor prioridad. Por ello pido a Naciones Unidas y a las organizaciones humanitarias internacionales que trabajen con mi Gobierno para que podamos, juntos, entregar ayuda efectiva en Tigray a todos los que la necesiten", ha manifestado.
De esta forma, ha hecho hincapié en que las autoridades "trabajan día y noche para entregar los suministros necesarios" en la región y "superar los muchos desafíos", entre los que ha citado "reconectar las líneas de comunicación destruidas de forma deliberada por el TPLF" durante los combates. "En este trabajo de reconstrucción, la comunidad internacional puede ser de enorme ayuda", ha argüido.
CRÍTICAS AL PAPEL DEL TPLF
Abiy ha redoblado además sus críticas al TPLF durante sus años encabezando el Gobierno de Etiopía y ha recordado que durante los cinco años anteriores a su llegada al cargo en 2018, "los desafíos populares al régimen se multiplicaron" y "el TPLF respondió con su habitual brutalidad".
"El partido político que ahora encabezo es el primero en Etiopía en no estar fundamentado en la raza, la religión o las etnias", ha explicado, en referencia al Partido de la Prosperidad, surgido de la disolución del Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), la coalición que lideró el país durante tres décadas y que contaba con un peso preponderante del TPLF, que no se ha integrado en la nueva formación.
En esta línea, ha resaltado que la política regional del TPLF "fue una cruda extensión de su estrategia nacional de divide y vencerás" y ha defendido su giro en política internacional, incluido el acuerdo de paz firmado en 2018 con Eritrea y "el reinicio" de las relaciones de Adís Abeba con otros países vecinos.
"La política exterior actual de Etiopía se fundamenta en la creencia de que una integración regional más cercana beneficia a todos", ha dicho, al tiempo que ha puesto como ejemplo de ello la presa que construye el país en el río Nilo Azul, que ha generado sin embargo tensiones con Egipto y Sudán.
"Mi profunda esperanza es que la Gran Presa del Renacimiento Etíope, una vez completada, logre el apoyo de todos nuestros vecinos y ofrezca oportunidades sin precedentes para todo el mundo en África Oriental", ha argüido, en medio de la falta de avances en las negociaciones con El Cairo y Jartum.
Por último, Abiy ha reseñado que "sólo una Etiopía en paz, con un Gobierno regido por unas normas y una conducta humana, puede jugar un papel constructivo en el Cuerno de África y más allá". "Estamos decididos a trabajar con nuestros vecinos y con la comunidad internacional para hacer realidad esta promesa", ha remachado.
PREOCUPACIONES A NIVEL HUMANITARIO
La ofensiva del Ejército etíope ha provocado una gran preocupación internacional por el deterioro de la situación humanitaria en la región, también entre los cerca de 100.000 refugiados eritreos que se encuentran en campamentos en esta zona.
En este sentido, el presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), Francesco Rocca, se mostró el miércoles "muy preocupado" por las condiciones humanitarias en la región y pidió más asistencia humanitaria.
"Resulta claro que las personas de Tigray necesitan mucho más apoyo del que están recibiendo actualmente", dijo, tras una visita de cinco días a Mekelle. "Necesitamos aumentar las operaciones humanitarias. Necesitamos hacer mucho más para proporcionar ayuda a aquellos que la necesitan desesperadamente", agregó.
Por su parte, el director de la Agencia para Asuntos de Refugiados y Retornados de Etiopía (ARRA), Tesfaye Gobezay, desveló el martes planes para el cierre de dos campamentos de refugiados en Tigray, los de Shimela y Hitsats, en los que residían cerca de 25.000 eritreos.
Asimismo, ha confirmado que durante la ofensiva "hubo muchos combates en torno a esos campamentos" y que los refugiados "quedaron atrapados en el fuego cruzado", si bien resaltó que será la investigación de las autoridades la que determine los detalles sobre posibles víctimas y daños materiales en las instalaciones.
El inicio de la ofensiva fue anunciado el 4 de noviembre por Abiy en respuesta al citado ataque contra una base militar, en lo que fue la culminación de un pulso que comenzó con la llegada al poder de Abiy como primer oromo jefe de Gobierno.