La Eurocámara pide una "solución" para la Constitución Europea antes de 2009

Europa Press Internacional
Actualizado: miércoles, 14 junio 2006 18:45

ESTRASBURGO, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Parlamento Europeo respaldó hoy el Tratado Constitucional de la Unión Europea, advirtió contra los intentos de "deshacer" el compromiso global alcanzado sobre el texto y pidió a los jefes de Estado y de Gobierno, que mañana se reúnen en Bruselas, encontrar una "solución" al problema abierto tras el rechazo francés y holandés antes de las próximas elecciones a la Eurocámara, en 2009.

Los eurodiputados piden igualmente a los Gobiernos que pasen "del período de reflexión a un período de análisis" que se extienda hasta mediados de 2007, con el fin de alcanzar una propuesta clara sobre la manera de proceder con el Tratado, a más tardar, en el segundo semestre de ese año. "La necesaria solución constitucional" debe estar lista para las elecciones europeas de 2009, insisten los eurodiputados.

Así, reclaman "compromisos claros de cada uno de los Estados miembros sobre la manera en que se proponen proceder durante lo que queda del período de reflexión y la manera en que prevén intensificar el debate público sobre el futuro de Europa".

Según una resolución adoptada hoy en el pleno de la Cámara de Estrasburgo por 347 votos a favor, 212 en contra y 70 abstenciones, de eliminarse el compromiso global sobre la Constitución Europea, se cuestionaría "gravemente el proyecto político de Europa" y existiría el riesgo de una Unión "debilitada y dividida".

Los diputados consideran que el Tratado Constitucional "proporcionará a la Unión Europea un marco adecuado para afrontar dichos desafíos", y se oponen también a la aplicación paulatina de partes del acuerdo, y a la creación de "grupos" de algunos Estados miembros que avancen en algunos temas, como forma de sortear el proceso constitucional.

Estrasburgo sugiere que el Consejo Europeo desarrolle un "marco adecuado" para permitir un diálogo específico, tan pronto como el calendario político lo permita, con Francia y Países Bajos, con el fin de explorar si sería posible que reanudaran el procedimiento de ratificación y en qué condiciones.

El Parlamento pide a los Estados miembros que aún no han finalizado los procedimientos de ratificación que elaboren para el final del período de reflexión escenarios verosímiles sobre la manera en que prevén avanzar.

También hace varias peticiones a la Comisión Europea. Por un lado, que ajuste su "Plan D" para la segunda fase del período de reflexión y proporcione financiación suficiente para las actividades previstas y, por otro, que presente al Consejo Europeo una "hoja de ruta" para continuar el proceso. Tras la reciente ratificación del Tratado por parte de Estonia, ya son 15 los países que han seguido ese camino y próximamente podría sumarse a la lista Finlandia.

COMPROMISO

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, admitió que, un año después del doble rechazo a la Constitución Europea en Francia y Países Bajos, el "fantasma del europesimismo" recorre Europa y siembra dudas sobre la capacidad de la Unión Europea para definir un proyecto de vida en común y, por ello, pidió a los Veinticinco pasar de la "reflexión" al "compromiso" con el Tratado constitucional.

"Esta nube negra del problema institucional no resuelto está proyectando una sombra sobre todo lo que hacemos. Provoca pesimismo y a veces incluso cinismo", explicó Barroso, lamentando que a los tradicionales euroescépticos se sumen ahora los europesimistas. Para referirse a ello acuñó un nuevo término, el de "crisisfilia".

En este sentido, el presidente del Ejecutivo comunitario reclamó a los líderes europeos, salir del "círculo vicioso del europesimismo, cerrar filas y lanzar a la población un mensaje positivo y de confianza". También espera que la UE dé a Rumania y Bulgaria una señal clara a favor de su adhesión si cumplen los criterios para su ingreso en el club comunitario.

Durante su intervención ante el Parlamento Europeo, que celebró un debate previo a la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que se inicia este jueves en Bruselas, el presidente del Ejecutivo comunitario pidió encontrar una solución para sacar adelante el Tratado constitucional porque el Tratado de Niza no es "suficiente". "En la Comisión Europea estamos a favor de los principios, los valores y del contenido del Tratado constitucional", dijo.

De no contar con una Constitución se perdería, según Barroso, una mayor claridad de competencias, la carta de derechos fundamentales, un ministro de Asuntos Exteriores o una acción más contundente en ámbitos como la salud publica, la seguridad alimentaria o la energía. "Necesitamos aquello que el Tratado constitucional nos aportaba, como mayor eficacia, más democracia, más coherencia en el ámbito exterior", resumió.

Y para superar la situación actual recomendó evitar la "trampa" de hablar todos los días de la Constitución o mantener un mero enfoque pragmático. "Algunos dicen que la Constitución ha muerto y que tenemos que hacer cosas concretas, pero también sería un peligro para Europa encerrarnos en un debate puramente institucional", alertó.

De ahí que volviera a plantear la necesidad de progresar utilizando dos vías: una Europa de resultados que no se oponga a una Europa política, para contar con el apoyo de los ciudadanos. Con respecto al futuro de la Unión Europea, la Comisión sugiere al Consejo la adopción solemne en la primavera de 2007 de una "Declaración política" con ocasión del 50 aniversario de la firma del Tratado de Roma.

Esa declaración deberían firmarla los Jefes de Estado y Gobierno de los países miembros, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo para certificar su compromiso a favor de los "principios, valores y objetivos" de la construcción europea y del "proyecto europeo de vida en común", según Barroso.

BARROSO EVITAR HABLAR DE FECHAS

El presidente del Ejecutivo comunitario reiteró que "las condiciones no están todavía maduras" para encontrar una "solución" al destino de la Constitución Europea, porque no existe un consenso suficiente entre los Veinticinco, y en esta ocasión rechazó incluso hablar de fechas. No obstante, negó que haya adoptado una posición pasiva en este tema. "El día siguiente al 'no' francés comencé con algunos colaboradores próximos a trabajar en cuál será la alternativa", apuntó.

A juicio de Barroso, la cumbre del jueves y el viernes "no es superflua" y producirá resultados aunque no sean "espectaculares". Como ejemplo, mencionó el tema de la inmigración. "El primer ministro (austriaco Wolfgang) Schüssel -que ejerce de presidente de turno de la UE-me ha dicho que quiere reservar un poco de tiempo para una discusión libre y abierta sobre inmigración en Europa, legal e ilegal".

En nombre de la presidencia austriaca, el secretario de Estado de Exteriores, Hans Winkler, admitió también que en la cumbre que empieza mañana "no se tomarán decisiones relevantes que vayan a marcar una época", pero que Austria ha hecho un doble planteamiento para, por un lado, hacer avanzar Europa y, por otro, realizar cosas concretas de interés para los ciudadanos.

Winkler repasó la agenda de los trabajos recordando que, en el orden del día de los Jefes de Estado y de Gobierno, estará el relanzamiento del debate sobre el futuro de Europa, la lucha contra la inmigración ilegal, la capacidad de reacción de la UE ante situaciones de crisis, el desarrollo sostenible y la política energética.

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