El tribunal desestima su apelación y, a petición de Reed, lo deriva a otro de primera instancia
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
Trevor Reed, un antiguo marine de Estados Unidos condenado a prisión en Rusia en julio de 2020 por agredir a un policía, ha afirmado este martes que su caso está "fabricado" y que no confía en el tribunal que lo lleva.
Un tribunal ruso ha estudiado este martes un recurso de apelación de Reed. Durante la audiencia, en la que Reed ha participado de forma telemática y a la que ha asistido también el embajador de Estados Unidos en Rusia, John Sullivan, el exmarine ha aseverado que "no confía en ningún" tribunal y que tiene "razones muy personales" para ello, según ha recogido la agencia de noticias rusa Interfax.
El tribunal ha decidido finalmente desestimar la apelación de Reed y, a petición del propio exmarine, lo ha derivado a un tribunal de primera instancia para que él pueda seguir estudiando los materiales de su caso. Cuando se familiarice con el mismo, el caso volverá a la corte de casación para volver a considerar la apelación.
Por otro lado, Reed se ha negado a pagar voluntariamente una compensación a los policías reconocidos como víctimas en el marco de su caso, ya que no está de acuerdo con el veredicto.
Su abogado, Sergei Nikitenkov, ha detallado ante la prensa que su posición se basa en sus "principios". El exmarine había sido condenado a pagar 100.000 rublos (casi 2.000 euros) a los agentes que le detuvieron y con los que tuvo una pelea tras su arresto.
Por otra parte, Nikitenkov ha asegurado que, según la información que maneja, las autoridades rusas discuten la posibilidad de hacer un intercambio con Reed, por un preso ruso en Estados Unidos. "El presidente ruso, Vladimir Putin, ha hablado abiertamente sobre esto, se discutió este tema (...)", ha especificado.
Reed, un exmarine de 29 años, fue condenado en julio de 2020 a nueve años de prisión por un tribunal de Moscú por agredir a un policía ruso. Su familia ha negado los cargos y las autoridades estadounidenses han calificado como endebles las evidencias en su contra.
Reed no es el único. Paul Whelan, que también tiene pasaporte canadiense y británico, fue detenido en diciembre de 2018 en un hotel de Moscú por agentes del Servicio Federal de Seguridad. Según la Inteligencia rusa, se le encontró un dispositivo de memoria externa que contenía información clasificada. Ha sido condenado a mediados de 2020 a 16 años de cárcel por un delito de espionaje.
El último caso más sonado ha sido el de la jugadora de baloncesto profesional Brittney Griner, detenida desde mediados de febrero acusado de posesión de drogas.
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