MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Familiares de los políticos izquierdistas tunecinos Chokri Belaid y Mohamed Brahmi, asesinados el año pasado, han recibido con frialdad la noticia de la muerte del principal sospechoso durante una operación en la capital y han pedido que se desvele quién dio la orden de ejecutar los asesinatos.
Salé Belaid, padre del antiguo líder del Movimiento Patriótico Democrático Unificado, fuerza marxista y panárabe que forma parte del Frente Popular, ha indicado que las fuerzas de seguridad deberían haber arrestado a Kamel Gahgadhi durante la operación.
Así, ha valorado que su muerte "entierra el secreto" del asesinato, si bien ha recalcado que lo más importante es saber quién está detrás del mismo, según ha informado la emisora tunecina Radio Mosaique.
Belaid fue asesinado el 6 de febrero cuando salía de su casa por un hombre armado que huyó del lugar en una motocicleta. Su asesinato provocó que miles de personas salieran a protestar a las calles en Túnez y en ciudades como en Sidi Bouzid, la cuna de la revolución que acabó con el régimen liderado por Zine el Abidine ben Alí el 14 de enero de 2011.
Belaid había encabezado en los últimos meses una campaña de denuncias contra la presunta complicidad del partido islamista Ennahda y las Ligas de Defensa de la Revolución, que algunos opositores describen como el brazo armado de la formación.
Días antes de su asesinato, proporcionó una lista de presuntos miembros de Ennahda involucrados en el ataque contra un acto del Frente Popular en la localidad de Le Kef. Asimismo, acusó al Ejecutivo tunecino de connivencia con los episodios de violencia política en el país.
Por su parte, Adnen Brahmi, hijo del antiguo líder de Echaab (Pueblo) y uno de los principales dirigentes de la izquierda del país, ha declarado que Gadgadhi fue utilizado como brazo ejecutor y ha pedido que se descubra a "los verdaderos responsables" de los asesinatos.
Brahmi, al igual que Belaid, se había significado por sus duras críticas a Ennahdha, que encabezaba el tripartito de Gobierno hasta su dimisión este año para facilitar el proceso de transición.
La operación de este martes se ha saldado con la muerte de un total de siete presuntos milicianos islamistas y un agente de la Policía. Las fuerzas de seguridad se han incautado armas, explosivos y cinturones de explosivos.
Tras la misma, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Mustafá ben Jaafar, ha aplaudido a las fuerzas de seguridad y ha destacado los esfuerzos de las fuerzas de seguridad en la lucha antiterrorista.
Desde 2013, las Fuerzas Armadas tunecinas han estado combatiendo contra el grupo islamista Ansar al Sharia, catalogado por Estados Unidos como una organización terrorista y cuyo líder ha declarado su sumisión a Al Qaeda.
Las autoridades han acusado a grupos radicales de los últimos ataques violentos en el país, mientras que la oposición ha criticado duramente al Gobierno por su fracaso en la lucha contra los grupos 'yihadistas' presentes en el país. Además, ha acusado a las autoridades de reconocer demasiado tarde la amenaza que suponen.
