Las FARC no entregarán los cuerpos de los 11 diputados a la OEA porque ésta "carece de autoridad y confianza"

Actualizado: jueves, 19 julio 2007 0:10


BOGOTÁ, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) advirtió hoy que no le entregarán a la Organización de Estados Americanos (OEA) los cadáveres de 11 diputados asesinados cuando estaban secuestrados por este grupo armado, alegando que este organismo "carece de autoridad y de confianza entre la inmensa mayoría de los colombianos".

"Nadie con sentido común entiende cómo este organismo (la OEA) es capaz de asumir la defensa de la política paramilitar de (el presidente colombiano) Álvaro Uribe al avalar la farsa del (acuerdo del) Ralito, donde el Gobierno con su ayuda consiguió legitimar la acción criminal de estas bandas", dijo el portavoz de las FARC, Raúl Reyes, en entrevista a la agencia ANNCOL, recogida por Europa Press.

Reyes criticó la actitud de la OEA por no tener "el más mínimo asomo de neutralidad frente a las políticas intervencionistas del Gobierno de los Estados Unidos en nuestra región", y aseguró que se trata de un organismo "al servicio de los intereses de la Casa Blanca y de los gobiernos títeres como el de Álvaro Uribe".

El mandatario colombiano aseguró recientemente que este grupo rebelde no entregaba los cuerpos de los 11 legisladores porque "mientras más tarde sea la autopsia, más difícil es para ese examen forense poder determinar con exactitud la modalidad del asesinato".

Según las FARC, los diputados murieron en medio de un "fuego cruzado" cuando un grupo armado no identificado atacó el sitio donde estaban los secuestrados.

"Nuestro deseo es entregar los cadáveres de los diputados cuanto antes y, al mismo tiempo, explicar las trágicas consecuencias de la obstinada política de Uribe de rescatar por la fuerza a los prisioneros", insistió.

Las FARC han puesto como condición para la entrega de los diputados el despeje de los municipios de Pradera y Florida, en el departamento del Valle del Cáuca, para negociar el canje de unos 56 secuestrados --entre los que se encuentra la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt-- por un grupo de guerrilleros detenidos en las cárceles colombianas.