MADRID 29 May. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de los miembros de la comisión del Senado de Filipinas que estaba investigando al presidente del Tribunal Supremo, Renato Corona, por negarse a hacer públicos los datos sobre los activos que posee han votado este martes a favor de su destitución.
Un total de 20 de los 23 senadores consideran que el juez es culpable, superando así la mayoría de dos tercios que se necesitaba para apartarlo de su puesto y prohibir que vuelva a ocupar un cargo público, según han informado los medios de comunicación filipinos.
Es la primera vez en Filipinas que un cargo público es destituido por este procedimiento. La decisión supone una gran victoria para el presidente, Benigno Aquino, que ha emprendido una campaña para acabar con la corrupción, un problema endémico en el país.
Según la comisión parlamentaria, Corona ha traicionado la confianza pública e incumplido la Constitución al no informar públicamente sobre sus activos y pasivos. Los 188 legisladores que iniciaron el proceso de destitución hace cinco meses acusaron al magistrado de haber ocultado una parte del dinero de sus cuentas bancarias valorada en más de cuatro millones de dólares.
También fue acusado de haber dado un trato de favor a la expresidenta filipina Gloria Macapagal Arroyo al determinar el año pasado que podía salir del país pese a que el Gobierno lo había prohibido. Puesto que Corona ha sido condenado a raíz de la otra acusación, en este último asunto no era necesario un veredicto.
Los simpatizantes del presidente del Tribunal Supremo mantienen que este proceso constituye una venganza por parque de Aquino. Corona cree que el presidente quería vengarse de él por sus vínculos con Macapagal Arroyo y porque el año pasado el Supremo dictó una sentencia para dividir una empresa azucarera que era propiedad de la familia de Aquino.