El fiscal del TPI inculpa a un ex ministro sudanés por crímenes contra la Humanidad en Darfur

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 27 febrero 2007 15:56

LA HAYA, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

El fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno Ocampo, ha acusado a un antiguo ministro de Estado sudanés encargado de la Seguridad en Darfur, Ahmed Mohamed Harun, y al líder de las milicias paragubernamentales 'janjaweed', Alí Mohamed Alí Abd-al-Rahman (alias 'Alí Kashib'), de crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad contra la población civil de esta región del oeste de Sudán.

Se trata de la primera vez que un tribunal internacional acusa al Estado sudanés de tener vínculos con las milicias paramilitares. El ministro de Justicia sudanés, Mohamed Alí Al Mardi, ya ha rechazado estas acusaciones y ha advertido de que Harun no va a ser extraditado para su procesamiento. "Ni nos preocupa ni aceptamos la decisión del fiscal del Tribunal Penal Internacional", declaró.

La acusación es el resultado de 20 meses de investigaciones sobre el terreno, que comenzaron en junio de 2005 y durante las cuales, mediante 70 misiones llevadas a cabo en 17 países, se recogieron declaraciones y pruebas que revelan, según el fiscal, la existencia de claros vínculos entre el Ejército sudanés y los paramilitares.

Las pruebas, reunidas en un informe de 94 páginas, establecen que hay "motivos razonables" para creer que Ahmed Harun y Alí Kashib "son responsables penales en 51 cargos por presuntos crímenes contra la Humanidad y crímenes de guerra", indicó hoy la fiscalía.

"Los elementos de prueba indican que actuaron de forma concertada, y en colaboración con otros, en la búsqueda del objetivo común de efectuar ataques contra la población civil", declaró el fiscal. Los crímenes fueron perpetrados en las aldeas y ciudades de Kodoom, Bindisi, Mukjar y Arawala, en Darfur Oeste, entre agosto de 2003 y marzo de 2004.

En respuesta a este informe, el ministro de Justicia aseguró hoy que la posición de Jartum "sigue siendo la misma" y que no hay intención de extraditar a Harun. "Ni nos preocupa ni aceptamos la decisión del fiscal del Tribunal Penal Internacional", declaró Al Mardi a Associated Press.

Sudán ha advertido reiteradamente de que no respetará ninguna petición de extradición que presente el TPI. Jartum no ha firmado ni ratificado el Estatuto de Roma por el cual se conformó el Tribunal.

Por su parte, Human Rights Watch (HRW) ha elogiado el informe de Moreno Ocampo, que ha calificado de "paso importante", según declaró Geraldine Mattioli, miembro de esta organización humanitaria con sede en Nueva York. "No obstante, esperamos que vaya más allá y animamos al fiscal a seguir con sus investigaciones y a que suba más alto en la cadena de mando", añadió.

EL CONFLICTO

Según Amnistía Internacional, desde 2003 unas 85.000 personas han muerto por causa directa de la violencia, otras 200.000 por hambre o enfermedad y más de dos millones han debido huir de sus hogares, debido sobre todo a los ataques de las fuerzas sudanesas y de la milicia 'janjaweed'.

Los crímenes expuestos en la acusación fueron perpetrados en el contexto de un conflicto armado entre el Gobierno sudanés y las fuerzas rebeldes del Ejército/Movimiento de Liberación de Sudán (A/MLS) y el Movimiento para la Justicia y la Igualdad (MJE), que estalló en agosto de 2002. Los dos grupos rebeldes han reclutado frecuentemente a sus combatientes entre las tribus de los 'Fur', los 'Zaghawa' y los 'Masalit'.

Durante el conflicto se han registrado "ataques rebeldes contra instalaciones del Gobierno sudanés en Darfur y una campaña contrainsurgente organizada por el Gobierno sudanés contra los rebeldes", indicó la acusación.

"El giro en la estrategia contrainsurgente se produjo tras el ataque contra el aeropuerto de El Fasher en abril de 2003, que ocasionó pérdidas sin precedentes para el Gobierno", según el fiscal. "Poco tiempo después, aumentó de manera considerable el reclutamiento de las milicias 'janjaweed', hasta llegar a decenas de miles de personas", añadió.

Una característica del conflicto, según el TPI, es que "la mayoría de las pérdidas civiles en la región se produjeron en el curso de ataques contra ciudades y aldeas en Darfur por parte de las milicias 'janjaweed', por sí solas o junto a las fuerzas armadas sudanesas".

"La gran mayoría de los ataques efectuados por las fuerzas armadas sudanesas y por las milicias 'janjaweed' en Darfur fueron llevados a cabo en las regiones habitadas principalmente por las tribus de los 'Fur', los 'Masalit' y los 'Zaghawa'", prosiguió el informe. El objetivo de estos ataques, según el fiscal, no era combatir a los rebeldes, sino "sobre todo atacar a los civiles" a los que acusaban de "ser partidarios de las fuerzas rebeldes".

AHMED HARUN

Según el informe de Moreno Ocampo, Ahmed Harun fue elegido, a principio de 2003, jefe de la Oficina de Seguridad de Darfur, un puesto desde el que se implicó de forma "personal" en "el reclutamiento, la financiación y el armamento de las milicias 'janjaweed' ('diablos a caballo' en el idioma local), unas fuerzas que acabaron contando con decenas de miles de personas".

La tarea de reclutamiento fue llevada a cabo por Harun "con pleno conocimiento" de que los 'janjaweed', "frecuentemente en el curso de ataques conjuntos con las fuerzas armadas, podrían cometer crímenes contra la Humanidad y crímenes de guerra contra la población civil de Darfur". De hecho, aseguró el fiscal, "durante una reunión pública, Ahmed Harun declaró que, en calidad de jefe de la Oficina de Seguridad de Darfur, les había dado todo el poder y toda la autoridad para matar o perdonar a cualquier persona en Darfur en nombre de la paz y la seguridad".

"Los elementos de prueba indican que en numerosas ocasiones, Ahmed Harun incitó a las milicias 'janjaweed' a llevar a cabo estos ataques", aseguró la acusación. "A principios del mes de agosto de 2003, por ejemplo, antes de un ataque contra Mukjar, Ahmed Harun pronunció un discurso en el que declaró que, dado que los niños de los 'Fur' se habían convertido en rebeldes, todos los 'Fur' y todas sus posesiones se habían convertido en objetivos de guerra de las milicias 'janjaweed'", denunció Moreno Ocampo.

ALÍ KASHIB

Por su parte, Alí Kashib, un 'Aqid al Oqada' ('coronel de los coroneles') en Darfur Oeste, comandaba a miles de milicias 'janjaweed' a mediados de 2003. "Los elementos de prueba indican que Alí Kashib daba las órdenes a las milicias 'janjaweed' y a las fuerzas armadas para que persiguieran a las poblaciones civiles mediante violaciones en masa y otros abusos sexuales, homicidios, torturas, actos inhumanos, robos y saqueos en residencias y plazas de mercado, desplazamientos de comunidades y otros presuntos actos criminales", se lee en el informe.

Entre los hechos imputados al comandante paramilitar, el informe recuerda que en diciembre de 2003, en Arawala, pasó personalmente revista a un grupo de mujeres desnudas antes de permitir a sus hombres que las violaran. Un testigo informó de que otras mujeres fueron atadas a árboles, con las piernas separadas, para ser violadas de forma continua. Asimismo, Alí Kashib participó "personalmente" en marzo de 2004 en la ejecución de al menos 32 hombres en Mikjar, según la acusación.

El informe concluye con una petición a la Cámara Preliminar I para que examine los elementos de prueba. "Si los jueces consideran que existen motivos razonables para creer que todas las personas citadas han cometido los presuntos crímenes, decidirán la mejor manera de garantizar su comparecencia ante el Tribunal", indicó Moreno Ocampo.

Contenido patrocinado