BAMAKO/PARÍS, 6 Abr. (Reuters/EP) -
El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, ha propuesto este viernes que permanezca un total de 1.000 soldados galos en Malí para aplacar cualquier ofensiva de las milicias islamistas que se refugian en el norte de la región del Azawad, una vez se ha recobrado su control.
"Francia ha propuesto a las Naciones Unidas y al Gobierno maliense una fuerza de apoyo gala de 1.000 hombres que tendría carácter permanente, con base en Malí y que estaría equipada para luchar contra el terrorismo", ha anunciado el titular de Exteriores francés.
Fabius ha reiterado que Francia pretende reducir para finales de este mes su contingente en Malí, que ronda los 4.000 soldados, aunque ha anunciado que podría mantener tropas para respaldar a la misión de paz de la ONU, según ha manifestado durante su visita a Bamako.
La ONU podría desplegar hasta 11.200 soldados y 1.440 policías en Malí, muchos de los cuales procederían del contingente enviado por algunos países africanos, cuando concluyan finalmente los combates entre las milicias islamistas y los Ejércitos francés y maliense
París augura que el Consejo de Seguridad de la ONU de 'luz verde' al despliegue de los 'cascos azules' en un plazo de tres semanas y que sea un hecho para finales de junio o principios de julio, según ha precisado una fuente diplomática.
En este contexto, Fabius ha exhortado a las autoridades mailienses a que convoquen unas elecciones generales para completar así la transición, tras el golpe de Estado propinado por un grupo de militares de segunda fila en mayo del año pasado.
"Lo mejor es que se celebren las elecciones. Nuestros socios malienses dicen que quieren y que es posible. El objetivo es julio y todo debe estar hecho para cumplir con ese plazo", ha destacado Fabius.
MENSAJE A LOS TUAREGS
En este proceso, el ministro de Exteriores de Francia también considera primordial que el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA), que ha apoyado al Ejército francés en la ofensiva contra los milicianos islamistas, depongan sus armas y se involucren en la transición política.
Los rebeldes tuaregs del MLNA ejercieron un papel fundamental para apear a los islamistas de su bastión en la región del Azawad, la ciudad de Kidal, y para acorralarlos con los militares chadianos en el noreste de Malí.
No obstante, fue el levantamiento de los tuaregs fue el que precipitó el golpe de Estado que degeneró en el vacío de poder que los islamistas aprovecharon para tomar el control de la región de la mitad norte del país.
El MLNA, que amagó con colaborar con las fuerzas islamistas, terminó distanciándose debido a su carácter laico y su rechazo a la imposición de la ley islámica o 'sharia' en las localidades controladas.
