BASTIA, 11 Sep. (EP/AP) -
La Policía desactivó ayer un artefacto casero colocado en el exterior del consulado marroquí en Córcega, un objetivo inusual en la isla francesa en la que los separatistas emprendieron una campaña de violencia de bajo nivel durante años, informaron las autoridades.
Un empleado del consulado halló la bomba, una cisterna con un cocktail de explosivos líquidos en su interior unidos a una botella de gas, según informó la Policía.
Los artificieros desactivaron el artefacto que, según fuentes oficiales, habría causado importantes daños materiales. Ningún grupo ha reivindicado la autoría del ataque. La isla mediterránea ha sufrido pequeños ataques, frecuentemente llevados a cabo por separatistas y contra edificios gubernamentales franceses o domicilios vacacionales.
