Francia.- El Senado francés se muestra dividido sobre la polémica prueba del ADN para los inmigrantes

Actualizado: martes, 2 octubre 2007 19:41

PARIS, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -

El ministro francés de Inmigración, Brice Hortefeux, defendió hoy en el Senado el proyecto de ley de gestión de la inmigración y la polémica enmienda que permite realizar una prueba de ADN a los solicitantes de la reagrupación familiar, sobre la que los senadores se muestran abiertamente divididos y que se somete mañana al voto del pleno.

"No hay mayoría", admitía el presidente de la Cámara alta, Cristian Poncelet. "Entre los católicos, los francmasones y la izquierda, la enmienda del ADN no tiene ninguna posibilidad de aprobarse en el Senado", vaticinaba hoy en el diario 'Libération' un parlamentario conservador.

"Somos firmes con los inmigrantes que no respeten la ley de la República y protectores con los que respetan nuestras reglas y nuestros valores. Este equilibrio entre firmeza y protección es precisamente el objeto de este proyecto de ley sobre inmigración y asilo", comenzó diciendo hoy el ministro Hortefeux.

El texto debatido hoy en la Cámara alta se elaboró poco después de la constitución del gobierno Sarkozy y supone la quinta ley sobre política migratoria en Francia desde 2003.

Adoptada por el Consejo de ministros el pasado 4 de julio, la Asamblea Nacional francesa lo hizo el pasado 20 de septiembre, pero el proyecto de ley ha tropezado con el rechazo de la comisión de Leyes del Senado.

Para el ex primer ministro socialista Michel Rocard, la prueba del ADN no es ni "digna ni correcta" y pidió la supresión de este artículo del texto legislativo.

Más sorprendentes fueron las declaraciones del senador de la UMP Charles Pasqua, que consideró que no es aceptable porque "atenta" contra los elementos fundamentales del derecho francés y recordó que el derecho de familia y el de filiación no descansa "en la biología". "Los test de ADN para los extranjeros provocarían una desigualdad de tratamiento", dijo.

La comisión parlamentaria se ha puesto manos a la obra para acercar posturas y ha examinado una proposición presentada por su presidente, Jean-Jacques Hyest, que prevé un periodo de 18 meses de prueba y consultas del Comité Nacional de Etica. El propio Hyest reconocía que hay un "gran riesgo" de que la enmienda sobre el ADN sea rechazada en el pleno.

Ante este escenario, el ministro de Inmigración apostó por promover una inmigración "elegida y concertada", alegando que la capacidad de acogida de Francia es "simplemente limitada".

Recordó también que el Gobierno pretende que las personas que entren en Francia en el marco de una reagrupación familiar pasen en sus países de residencia una evaluación de conocimiento de la lengua francesa y de los valores de la República.

Países Bajos ya tiene un esquema de evaluación similar y Alemania también, según recordó el ministro galo, quien quiso dejar claro que no es la intención del Ejecutivo hacer una ficha "etno-racial".

ESPAÑA Y OTROS ONCE PAISES Además, alegó que en doce países europeos, entre ellos España, se practica el análisis de ADN a los solicitantes de visado que quieren aportar pruebas de filiación. En concreto, citó al Reino Unido, Italia, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Austria, Finlandia, Lituania, Noruega y Suecia, que lo adoptará en breve.

El primer ministro francés, François Fillon, llegó a decir que Francia es una tierra de "asilo y apertura" pero que no es "un Eldorado". En el lado opuesto, organizaciones como Amnistía Internacional Francia y Médicos del Mundo piden a los senadores que rechacen ciertos aspectos del proyecto de ley.